Nunca una derrota para el Norteño fue tan injusta como la de ayer ante un Collerense que se valió del segundo saque de esquina a su favor, para de certero cabezazo del central Roque, conseguir el gol que al final les daría los tres puntos.
El Norteño lo tuvo todo a su favor. Lo hizo todo bien, excepto lo esencial. Encontrar la portería contraria. La buscó buena parte de la primera mitad y totalmente en la segunda, en la que fue dueño y señor del partido. Los hombres de Pere Vadell nunca supieron cómo acabar las claras ocasiones de gol que crearon.
El dominio del Collerense duró diez minutos, lo que precisó para adelantarse en el marcador. A partir del gol en contra los menorquines se repusieron con tanta facilidad que comenzaron a aparecer ocasiones para conseguir la igualada. Un buen disparo de Adri lo sacó desde la misma raya de gol el defensa Cano. Minutos más tarde el rechace de Marcos al disparo de Figueroa, le llega a Catalá que con todo a su favor no encuentra portería.
La agresión sin balón de Cano a Tomeu dejó al Collerense con desventaja numérica prácticamente toda la segunda mitad. Esta circunstancia la aprovechó Vadell para mandar a su equipo en busca del gol. El partido se convirtió en un monólogo de los menorquines que prácticamente no abandonaron el campo contrario.
Las ocasiones fueron tan numerosas como las imprecisiones a la hora de finalizar las jugadas, lo que les acabó costando los tres puntos.