Tras cinco derrotas consecutivas y con el precipicio del descenso demasiado cerca -a dos puntos del play off y a seis del descenso directo-, todo el mundo en el Sporting sabe que en el partido de mañana a las 18 horas ante el colista Santboià tiene el imperativo de ganar: para romper la mala tendencia, para alejarse del peligro y para encarar el tramo final con el objetivo de llegar cuanto antes a los 45 puntos que eviten el descenso directo y los 48 que eviten el molesto y peligroso play off, todo en cálculo aproximativo. Además, con el anuncio oficial de las nuevas instalaciones, tener al primer equipo en Tercera es algo absolutamente impensable.
El conjunto de Joan Esteva sigue con múltiples bajas por lesión (Iray, Moyano, David Sánchez) y, para este partido, Vates y Camacho no estarán por sanción. Pero va recuperando efectivos. En Dénia se incorporó Omar y contra el Santboià vuelve Martí Noceras tras superar un esguince en el ligamento lateral interno de su tobillo izquierdo.
"Lo del esguince está superado y esta semana he entrenado a buen ritmo. Sigo teniendo molestias en el astrágalo, pero se soportan", dice un Martí Noceras totalmente metido en el momento que vive el equipo. "Solo toca ganar. No hay más. Hemos pasado de estar en la zona tranquila a estar sufriendo", dice Noceras, y observa que "el equipo está más motivado que nunca. Creo que tenemos más fuerza, incluso diría que estamos picados".
El Santboià de Paco Clos parece un rival asequible. Va por el camino de ser el peor colista de la categoría en los últimos diez años con tan solo 17 puntos en 29 partidos. "Parece que puede ser fácil, pero las cosas hay que demostrarlas y hasta entonces no se puede decir nada", indica el mallorquín, recordando que sin ir más lejos, los de Clos ganaron el pasado domingo al Badalona (1-0).