Las grandes gestas precisan de un escenario a la altura. Como lo puede ser el Camp d'Esports de Lleida. El Sporting Mahonés llega al estadio catalán malherido en todos los aspectos, desde los 15 jugadores del primer equipo disponibles hasta la falta de confianza propiciada por los malos resultados y que ha propiciado que el propio director técnico, Mati Borsot, se siente en el banquillo a echar una mano a Joan Esteva. No es el campo más fácil para arañar un punto. Pero sí que es el momento apropiado. Esta tarde, a partir de las 18 horas, arranca la primera gran final blanquiazul.
Mourad Esbiba, Martí Noceras, Jeroni Coll, Antonio Trujillo, Méndez Canario, Iray Barreto, y David Sánchez causarán baja esta tarde. Los cinco primeros por sanción, mientras que los dos restantes siguen recuperándose de sus respectivas lesiones. Este panorama obliga a Esteva a llamar a filas al juvenil del Penya Ciutadella Ignasi Dalmedo y abre la puerta de la titularidad a los más jóvenes del equipo: Mingo, Omar y Newman. Además, la ausencia de Trujillo, servirá seguramente para que Corbella debute como titular esta temporada en la punta junto con Marcos.
En el lateral, la dupla técnica formada por Esteva y Borsot, seguramente optarán por entregarle los galones a Newman y Omar, que ya jugó el pasado fin de semana contra el Santboià. Moyano regresa al equipo tras cumplir un partido de sanción y no disfrutar de un minuto el pasado fin de semana y su puesto, a priori se lo disputará con Pedro Capó. Otro que vuelve al equipo es Raúl Vates.
El lleida, también tocado
El rival blanquiazul tampoco anda en su mejor momento. Los catalanes, novenos en la tabla, están inmersos en una crisis económica brutal, deben 27 millones de euros y, si no quieren desaparecer, deben abonar antes del mes de junio 9 millones. En el plano deportivo, Emili Vicente no podrá contar con Adrià Gallego, sancionado, ni con los lesionados Héctor Miguel, Dupi y Pau Bosch.
Mati Borsot: "Ni mando yo ni se ha cambiado nada"
La aparición del director deportivo del Sporting en el césped de Bintaufa para entrenar al equipo junto con el técnico Joan Esteva ha dado a entender a más de uno que se trataba de la asunción de la dirección del equipo por parte de Mati Borsot, y que Esteva quedaba en segundo plano. Según el catalán, no es así. "Todo eso son interpretaciones que se hacen desde fuera. Ni mando yo, ni se ha cambiado nada de lo que ya se hacía antes. La única diferencia es que ahora me pongo el chandal y estoy en el césped", indica Borsot, para añadir que "estoy aquí para aportar. No he percibido nada extraño en el ambiente entre los jugadores, y a Esteva lo veo tan metido en su trabajo como siempre".
Los aspectos en los cuales hay que incidir son "fundamentalmente restringir la portería lo máximo posible. La defensa debe mejorar exponencialmente. En los últimos 6 partidos hemos encajado 15 goles y solo marcamos uno. Es demasiado. Hay que conseguir que el rival no encuentre resquicios". También se incidirá en "no dar facilidades en la zona de creación para que el rival no salga fácil a la contra". En general, "se trata de conseguir cortar la mala dinámica y volver a tener la sensación de competir".