Cuando empezaba a encontrarse entre la espada y la pared el Sporting Mahonés retomó la senda del triunfo (1-2). La última vez en la que los pupilos de Joan Esteva habían conseguido sumar los tres puntos databa del pasado cinco de febrero (2-1 frente al Atlético Baleares). Desde entonces el cuadro mahonés había naufragado a la deriva y tan sólo había sido capaz de sumar tres puntos en sus últimos once enfrentamientos.
Pero cuando más le urgía, el Sporting volvió a ofrecer su mejor versión. Fue ayer, en Alicante, ante un conjunto celeste que no estaba atravesando su mejor momento en casa, ya que contaba por derrotas sus últimos cuatro encuentros como local. El Sporting supo hurgar en la herida y cosechó un triunfo que deja la permanencia a un paso.
La igualdad fue la nota predominante de la recta inicial del partido. El Alicante quiso apoderarse de la posesión de la pelota, pero el Sporting no se lo permitió presionando con fuerza la salida de balón celeste. A pesar de todo Moso tuvo que emplearse a fondo en el primer minuto de partido para desviar un peligroso remate de Doménech desde dentro del área. En esos momentos los de Esteva eran un manojo de nervios. Todavía no habían conseguido sacudirse la presión de estar obligados a puntuar si o sí para no verse en problemas en la tabla y se precipitaban en la toma de decisiones a la hora de mover el esférico.
El técnico barcelonés había planteado el partido de forma ambiciosa colocando tres hombres arriba con Rubén e Ignasi, la gran novedad en la alineación en detrimento de Trujillo, en las bandas y Marcos en punta. El de Pollença se veía obligado a tener que batirse el cobre con los fornidos centrales del Alicante.El paso de los minutos favoreció al Sporting. Los de Esteva se fueron relajando y fruto de ello no tardaron en adueñarse de la parcela ancha. A partir de ahí todo le resultó mucho más sencillo al bloque mahonés, que comenzó a conectar el centro del campo con la delantera y pudo encerrar al Alicante en su campo. El Alicante sólo llevó peligro por los costados a través de Doménech y Javi Salero, pero Moso apenas se vio en aprietos.
Rebasada la media hora de juego el Sporting Mahonés se acercó por primera vez con claridad sobre las inmediaciones del área local. Hasta ese momento había controlado el partido pero no había sido capaz de inquietar a la retaguardia celeste. Marcos cogió la espalda a los centrales celestes pero Alberto acertó a abandonar su área con rapidez para atajar el peligro. Poco pudo hacer el meta del Alicante, sin embargo, escasos minutos después cuando Camacho remachó al fondo de las mallas el segundo saque de esquina que botaba el Sporting Mahones en el encuentro. De ahí al final de la primera parte Esteva ordenó a los suyos dormir el partido, pero a pesar de todo Marcos dispuso de otra buena ocasión al filo del descanso para aumentar la renta menorquina. Alberto, con otra buena salida, se la desbarató.
Pero al final, tanto fue el cántaro a la fuente que acabó rompiéndose justo después de la reanudación cuando Rubén estableció el 0-2 en el marcador en una jugada de bella factura. Pedro Capó le habilitó y el centrocampista picó el balón por encima de Alberto. De ahí al final del partido el Sporting cerró filas atrás y a punto estuvo de pagarlo caro. Sin embargo, el Alicante sólo pudo enjugar su desventaja con un gol de Nacho Casanova.