El fútbol es así de caprichoso. Un equipo se pasa nueve meses compitiendo, trabajando muy duro para que todo el proyecto se resuma en noventa minutos. Los que durarán el partido de esta tarde, a las 18 horas, en Gandía donde el Sporting Mahonés debe ganar si no quiere que la permanencia dependa de lo que haga el Alzira. Una victoria mahonesa sellaría la permanencia en Segunda B una temporada más. En caso de derrota o empate, para eludir la plaza de promoción que obliga a jugarse la categoría, se debería dar que el UD Alzira no gane al Benidorm.
Joan Esteva, que se mide ante un Gandía que no se juega nada, no especulará con el resultado y saldrá al ataque con Trujillo y Marcos en punta. En las bandas, el catalán mantendrá su apuesta por el joven Ignasi y por Rubén, mientras que Méndez Canario tomará los galones en la creación del juego, secundado defensivamente por Jeroni, que en las últimas jornadas ha adelantado su posición para jugar de pivote defensivo.
Para el trascendental partido, el entrenador catalán no podrá contar con Iray Barreto, que finalmente no se ha podido recuperar de la rotura fibrilar, con el capitán José Ángel Moyano, que arrastra molestias en el tobillo en las últimas jornadas, ni con el lateral David Sánchez que, tras forzar para jugar el partido de la pasada semana, sufre una contractura en la zona isquiotibial. Además, se quedan en la Isla por decisión técnica Omar Hernández, Francesc Fullana, David Mingorance y Aaron, el tercer portero.
El Gandia, sin presión
El Gandia, que ocupa la duodécima posición, no se juega nada y a lo largo de la temporada se ha caracterizado por ser un equipo que apuesta por el buen juego, aunque no haya tenido suerte, a pesar de que en la temporada de se ascenso a Segunda B ha logrado mantenerse con un buen nivel.
El Sporting Mahonés encomendará el gol a sus dos delanteros principales, Trujillo y Marcos, a pesar de que los dos llevan algunas jornadas sin marcar. Esta tarde es la ocasión ideal para romper esa sequía y dar una alegría a la afición.