El balón echará a rodar a eso de las 17 horas. Entonces no importará nada de todo lo que hayan hecho antes. Los dos entrenadores lo habrán vestido, en la previa, como algo más que un partido de fútbol. Una experiencia en la vida, en la que aprendes algo bueno y algo malo independientemente del resultado, una batalla que sentará cátedra para futuros problemas, el encuentro más importante de la temporada o simplemente un antes y un después. Lo cierto es que a uno le brotarán lágrimas de alegría y al otro de rabia, de impotencia y de tristeza. Esta tarde, a partir de las 17 horas, San Carlos acogerá la final de la Copa Juvenil entre el Sporting Mahonés de Miquel Gomila y el CCE Sant Lluís de Vicente Martínez. El ganador sucederá a la UD Mahón y seguramente pasará una excelente noche de sábado.
Será una fiesta del fútbol por eso las gradas de San Carlos presentarán el mejor de sus aspectos. El Sporting Mahonés acude a su segunda final consecutiva con el ánimo de ganar lo que el curso pasado se le escapó (4-3) ante la UD Mahón. El equipo blanquiazul llega con 14 jugadores de primer año y sólo cinco que repiten final. "Espero que antes que nada sea un partido bonito de fútbol para que la afición disfrute", explica Gomila, que tendrá las bajas de Pau Riudavets y Álex Cutillas, por lesión, y de Jonathan Cargua por sanción, así como las de Gilberto Mesa y David González.
Por otro lado, el Sant Lluís de Vicente Martínez llega con toda la plantilla a la disposición del técnico, a excepción de Guillermo Ulldemolins. "Lo más importante es que pase lo que pase en este partido no nos cambie la tónica porque hemos hecho un gran trabajo y no me queda otra que agradecer a los jugadores que teniendo ofertas de Liga Balear prefirieron seguir en el equipo", explica Vicente Martínez. Las referencias ofensivas del conjunto de Ses Canaletes son Iván Rumbo y Héctor de la Viuda, dos delanteros que se han repartido mayoritariamente los goles. Sus homólogos en el Sporting son Sergio Ayala y Hadrami Lamin.
Todo hace indicar que el Sporting se mantendrá fiel al 4-3-3 que ha utilizado hasta el momento mientras que el Sant Lluís optará por jugar un 4-2-3-1 con más poder ofensivo que su adversario.
El principal interés de los dos entrenadores es que antes, durante y después del partido sólo se hable de fútbol. "Tenemos que vivirlo con el máximo de ilusión posible", asegura Martínez, algo que comparte Gomila.