Cuando un equipo se deja en vestuarios su mejor baza, difícilmente puede rendir, sacar partido a la semana de trabajo en noventa minutos de juego y esto le sucedió ayer al Menorca. El cuadro azulgrana saltó al césped despojado de su ADN, su entrega, presión asfixiante mostrada hasta la fecha ante un Zaragoza que acudía a la cita necesitado -como los isleños- y que festejó con júbilo el pitido final de Mulet Pacis. El cuadro aragonés no causó la impronta que se espera de un contrario de entidad aunque ganó con justicia pese a la ramplonería de su juego.
No fue el día del Menorca que careció de recursos ante el sorpresivo juego directo rival ni sacó a relucir la intensidad adecuada en cada balón dividido. El equipo de Romero suscribió la primera derrota casera ofreciendo su peor versión liguera labrada además de las razones anteriores expuestas, con la auto expulsión de Dani y el posterior gol de Raúl Gutiérrez que sacó petróleo a un saque de banda de Delmás. Una acción de estrategia que el Menorca no supo resolver y de las que hubo bastantes a lo largo del encuentro. Al final, pese a jugar con tres puntas tras la roja y el 0-1, al equipo le faltó chispa ofensiva que debe aportar Marcos, que ofreció detalles de calidad, y seguridad defensiva. El Zaragoza mereció ganar pese a no mostrar grandes argumentos, tuvo ocasiones y no resolvió por la actuación de Fernando, y si el meta local fue el mejor...
El choque nivelado y sin dueño, se tornó visitante a partir del cuarto de hora. Negredo puso a prueba a Fernando (20') con tiro a media vuelta y Calvo a la media hora. El Menorca no podía conectar con Marcos ni superar la contundente zaga rival y sólo dispuso de una contra mal resuelta por Tóful.
Al filo del descanso, el Zaragoza pudo golpear en sendos remates de Raúl Gutiérrez que no acertó primero y Dani tapó después. Lo mejor al descanso para el Menorca, el marcador.
Error
El Zaragoza volvió a asustar con remates de Alcaide y Negredo. El once azulgrana se veía en problemas por el empuje de los maños y al cuarto de hora el partido adquirió un giro negativo. Dani se fue a la ducha tras repeler un golpe de Alcaide y el Menorca lo acusó. Mantuvo la compostura hasta recibir el gol. Pero antes de ello, Ricky se fue en carrera y su remate lo sacó Ortiz y luego Moll, desde la esquina, no acertó a meter el pie. Raúl Gutiérrez si lo hizo tras controlar en el interior del área y superó a Fernando. Romero lo intentó con cambios tácticos, Motero sacó un cabezazo de Éric que vería como el meta mandaba otro a la esquina en el último suspiro.