La junta directiva del CD Menorca ha marcado el plazo de una semana para decidir si adopta cualquier tipo de medida que busque un revulsivo en su equipo juvenil de División de Honor, colista del campeonato al término de la primera vuelta.
La plana mayor del club mahonés se reunió el lunes, como es habitual, y adoptó este compás de espera encaminado a que el plantel que dirige Juan Romero sume un triunfo terapeútico frente al Badalona que pueda iniciar una huida hacia adelante. Aunque nadie se haya referido en estos términos, puede interpretarse este palzo como un ultimatum para el joven entrenador menorquinista que goza del reconocimiento del club de su vida, pero al que los resultados pueden acabar condenando a la destitución.
«Es cierto que el equipo compite porque pierde por la mínima diferencia, pero cuando un equipo es último clasificado después de toda una primera vuelta, pocas cosas se pueden decir», explica el presidente Angel Río, quien el lunes volvió a entrevistarse con el entrenador.
«No nos planteamos ahora mismo ninguna medida drástica pero en el fútbol no hay nada imposible y yo también creo que todavía podemos salvarnos», explica el presidente, quien, por tanto, admite que «cuando uno está enfermo va al médico para que le cure,. y nosotros, aunque acabemos bajando, haremos lo que tengamos que hacer para intentar evitarlo».
Romero ha dicho al presidente que cree todavía en la permanencia y está convencido de que se puede lograr, «y yo también creo porque estoy seguro que se puede hacer más y ganando dos partidos estaríamos más arriba y lo veríamos todo de otra forma; competimos, sí, pero no ganamos».
El déficit del equipo está en la falta de gol, como señalaba ayer el técnico, Juan Romero, y también sostiene el máximo mandatario. Sin embargo, el mercado ofrece pocas alternativas. «Ahora en el parón navideño se abren más opciones y pueden llegarnos más ofrecimientos, pero es difícil encontrar una solución con un goleador, y ahora mismo no estamos buscando a ningún jugador», asegura el mandatario.
Alternativas al banquillo en el mismo club no existen porque el segundo, José Luis Bahamonde, no posee la titulación de nivel III exigida para la categoría. Río también indica que las existentes en Menorca son escasas ya que la mayoría de los entrenadores titulados están en activo, caso de Vidal, Noval, Mori o Dani Pérez, entre otros.
Si el equipo menorquinista no vence al Badalona este domingo en Maó y la directiva opta por el relevo técnico, ésta tiene claro que deberá actuar con celeridad para aprovechar el parón navideño, aunque el presidente reitera que por el momento no se han planteado la adopción de soluciones traumáticas.