El Penya Ciutadella Esportiva dio comienzo ayer a la que será su tercera temporada consecutiva en la Tercera División a partir de un planteamiento austero, casi romántico porque el club de Son Marçal, posiblemente, es el único de toda la categoría que no retribuye económicamente a sus jugadores, según reitera una y otra vez su directiva aunque clubes rivales no acaben de creérselo.
A las órdenes de Dani Mori, el técnico asturiano que ascendió al equipo a esta categoría hace ya tres años, el Penya se congregó ayer por primera vez en Son Marcal con una plantilla esperanzadora a la que llegan jóvenes de gran proyección por su pasado en la División de Honor juvenil, y veteranos de calidad contrastada como Raúl Capó, ex del Sporting Mahonés en Segunda Divísión B, o David Melià, procedente del CE Mercadal. En total serán 12 las nuevas caras del tercer proyecto ciutadellenc que perseguirá como objetivo fundamental la permanencia en la categoría de una forma holgada, según como transcurra el campeonato. Todos tratarán de cubrir el vacío que dejan los jugadores que han causado baja, la mayoría de ellos, con destino al CE Mercadal como ha sido el caso de Jesús Sastre, Raúl Marqués, Marcos Vaquero y Aitor Domínguez, a los que se suman las de Adri Anglada y Macià Barceló, junto al goleador, David Camps. Esa última ausencia será, quizás, sobre la que más deberán trabajar Dani Mori y su equipo debido a los 20 goles que anotó el ciutadellenc el pasado curso.