El Penya Ciutadella salió a por el partido desde el primer minuto e interpretó a la perfección el planteamiento trazado por Dani Mori para jugar en un campo de reducidas dimensiones y ante un equipo que es colista, que no sabe lo que es ganar en casa y que ayer estrenaba inquilino en el banquillo, Julián Ronda. La táctica, al final, les dio resultado y el cuadro ciutadellenc capturó el triunfo que buscaba.
Los de Ciutadella buscaron el juego directo, principalmente la velocidad de Peña y Egea en las bandas, con balones a la espalda de los laterales, la movilidad de Llonga en la mediapunta y el trabajo constante de Zurbano arriba, para jugar de espaldas a la portería y aprovechar su potencial aéreo.
Las primeras acciones de peligro del cuadro de Son Marçal no encontraron premio pero en el minuto 26, una falta lateral ejecutada por Izan, fue amortiguada por Javier Zurbano en el segundo palo, dejando el esférico franco para que Raúl Capó simplemente tuviera que desviarlo junto al palo.
El partido se ponía de cara y los de casa se mostraban indolentes en ataque, lo que reducía sus opciones a la estrategia. Así precisamente, en un saque de esquina, sólo seis minutos después, el central Sabater cabeceaba en el primer palo el centro de Miñarro.
En la reanudación cambió el guión, el equipo palmesano se vino arriba y creyó en sus opciones aunque el Penya Ciutadella no dejó de crear peligro.
En el minuto 81, un mano a mano de Izan finalizó en un desplazamiento de Mosquera en el momento de rematar, lo que el colegiado no dudó en señalar como pena máxima. Zurbano volvió a ser decisivo y transformó la pena máxima que suponía la victoria y el octavo gol del ariete navarro en lo que va de campeonato. Un gol que vale tres puntos y volver a sonreír fuera de casa ya que es el primer triunfo a domicilio de esta Liga.