El fantasma del descenso gobierna desde hace semanas la realidad competitiva del Mercadal y el Penya Ciutadella de Tercera División. El paso de las jornadas ha acrecentado las peores expectativas pese a que el conjunto de Sant Martí nunca ha residido en la zona fatídica y que el equipo de Son Marçal se resiste a dar su brazo a torcer y protagoniza una notable segunda vuelta en relación al primer tramo del calendario.
Sin embargo, hay un factor añadido que condicionará el desenlace de la competición y el número inicial de plazas -tres- que sentencian a sus moradores a la categoría de Regional Preferente. El futuro de un club de Tercera está en manos del Real Mallorca de Segunda División A, penúltimo clasificado, con 33 puntos, a falta de siete jornadas para agotarse el calendario y actualmente a ocho puntos de la permanencia.
El hipotético descenso del primer equipo de la centenaria entidad mallorquinista desencadenaría que el filial de Segunda B bajara directamente a Tercera y remitiría a Regional al decimoséptimo clasificado del campeonato balear. Posición que ocupa el Mercadal.