El Sporting de Mahón sigue sin poder celebrar el primer triunfo de su historia en Segunda División Femenina. Después de sumar sus primeros puntos con un par de empates hilvanados de forma consecutiva (ante Son Sardina en casa y con el Levante Las Planas a domicilio), el equipo mahonés retornó a la vía de la derrota el domingo anterior, al sucumbir por un incontestable 0-3 contra el Sant Gabriel barcelonés en Maó.
Discurrido un trecho de seis partidos, el cuadro blanquiazul acumula dos puntos y es penúltimo en la clasificación. La sensación, proclamada desde el propio vestuario, es evidente; urgen fichajes para fortalecer una estructura colectiva que, en función de sus registros, no alcanza al nivel de la competición. «Estamos bien de ánimo, pero sabemos lo que hay, es un año para sufrir; todavía quedan muchos partidos y tenemos margen para reaccionar», expone la experimentada capitana del equipo sportinguista, Irene Olives, convencida en cualquier caso de la necesidad «de fichar».*