El Mercadal está de nuevo en el filo de la navaja. Las tres últimas derrotas consecutivas han mermado el efecto «Nan Moll» y han supuesto un impacto clasificatorio que ha superado la recuperación anímica y competitiva que el equipo había manifestado y rentabilizado con el entrenador ciutadellenc. El único equipo menorquín de Tercera División ocupa de nuevo una plaza de descenso directo a falta de tres jornadas para concluir la competición regular. Ante esta coyuntura, Robert Pulido, capitán y voz autorizada del vestuario, asegura que «no estamos muertos» aunque reconoce que en la situación actual el Mercadal «está obligado a no fallar y a sacar como mínimo siete puntos en los tres partidos».
El centrocampista de Ferreries analiza la etapa con el nuevo responsable técnico. En los seis primeros partidos se sumaron 12 puntos (cuatro victorias), para caer en los tres posteriores. «Perder con los tres primeros clasificados -Mallorca B, Ibiza y Poblense- entra en los cálculos; donde hemos fallado ha sido con el Collerense (1-0) y el Binissalem (3-2). Y en el caso del Collerense es cierto que no dimos la talla pero incluso así el partido debió acabar 0-0», argumenta