El futbolista Dani Alves ha negado este miércoles ante el tribunal que lo juzga que agrediera sexualmente a una chica en la discoteca Sutton, ha llorado durante su declaración y ha defendido que tuvieron sexo consentido: «No soy ese tipo de hombre, no soy violento». Ha declarado en la Audiencia de Barcelona durante el juicio en el que está acusado de agredir sexualmente a una chica en la discoteca Sutton el 30 de diciembre de 2022, por lo que la Fiscalía reclama una condena de 9 años de cárcel y la denunciante 12.
Durante su declaración, se ha puesto a llorar y ha tenido que parar la declaración, y la presidenta del tribunal le ha preguntado si necesitaba detener la explicación, a lo que se ha negado, y le han acercado pañuelos. Ha justificado su cambio de versiones respecto a lo ocurrido durante la fase de instrucción: ha asegurado que en su segunda declaración dijo lo mismo que este miércoles, y que en la primera dijo que había tenido sexo oral con la denunciante porque esperaba que su mujer lo «podría perdonar».
Alves, que ha optado por contestar solo preguntas de su abogada, ha incidido en que esa noche había bebido mucho, lo cual le impidió conducir, en consonancia con la tesis que su defensa ha desarrollado durante el juicio intentando conseguir una atenuante que rebaje una eventual condena. Sobre las 2.30 horas llegaron a la discoteca, y un camarero invitó a las tres chicas -la denunciante, una amiga y su prima- a la mesa VIP en la que estaban ellos.
Alves ha explicado que allí estuvieron hablando y bailando, y ha negado que notara que la denunciante y sus amigas estuvieran incómodas como declararon ellas mismas en el juicio. «Empezamos a bailar un poco más pegados, la denunciante y yo, y estuvimos allí bailando durante un rato. Empezó a tocar mi espalda, había una atracción sexual allí y empecé a hablar con ella para irnos al baño, y ella me dijo que sí», ha declarado, y, al preguntársele si tuvo que insistir, Alves lo ha negado. Él se dirigió primero al baño y se quedó «un rato esperando y pensaba que ella no iba a venir, que no quería», pero acabó en el baño con él y, según Alves, se besaron y ella le bajó los pantalones a él y mantuvieron relaciones sexuales, aunque ha negado que eyaculara dentro de ella.
Al ser preguntado por si ella le dijo en algún momento que se quería salir del baño y él se lo impidió, como dijo la víctima durante su declaración, él ha contestado que «para nada, no estaba obligada a estar allí». «En ningún momento me dijo nada, simplemente estábamos disfrutando los dos allí y ya está, nada más», ha explicado el futbolista, y ha relatado que, al salir del baño, él volvió a la mesa VIP y al cabo de unos minutos ella también salió.
Alves ha dicho que se enteró de que estaba acusado de agresión sexual «al día siguiente por la prensa», y ha añadido textualmente que se le vino el mundo encima. También ha declarado que supo las penas de prisión a las que se enfrentaba por los medios de comunicación, momento en el que se ha echado a llorar mientras declaraba. Cuando le acusaron estaba «prácticamente arruinado» porque le habían bloqueado las cuentas y habían roto todos los contratos, ha dicho.