Hace dos años Víctor Ibai Salmerón Teixidor (Maó, 2005) dejó Menorca para trasladarse a Estados Unidos para seguir creciendo como futbolista en el Morton College de la división II de la NJCAA y continuar con su formación académica. El portero mahonés relata en «Es Diari» su recorrido como jugador y estudiante universitario.
«Cuando llegué en 2023 no conocía a nadie y era el único español», comenta. El menorquín que se ha mostrado muy agradecido a sus compañeros de piso, quienes le ayudaron a adaptarse de la manera más rápida. Sin embargo, el portero confiesa: «El primer mes fue más complicado porque estás en un país nuevo, otro idioma... Aunque el hecho de que hubiera muchos latinos facilitó la comunicación y también contribuyó mucho».
El exguardameta del CE Menorca se encontró un fútbol en el que se premia el nivel físico por encima de la técnica y con preparación enfocada a un calendario más exigente. «Los entrenadores buscan que los jugadores estén en óptimas condiciones físicas para poder disputar dos, e incluso, tres partidos por semana», detalla. En cuanto a la titularidad, el guardameta español pudo hacerse fuerte en el once pese a tener un año menos que su compañero y logrando ser escogido como el mejor portero de la Conferencia.
En esta última temporada, con el conjunto de Morton College, se proclamó campeón del campeonato de la Región. Posteriormente, en el Campeonato Nacional, el equipo cayó en la fase de grupos. A nivel individual, además, fue premiado como el mejor portero de la región.
Cambio de equipo
Tras dos años en Morton College, Víctor Salmerón ha sido transferido a la University of the Incarnate Word, en San Antonio (Texas), para jugar con los UIW Cardinals. Allí dará el salto a la División 1, la máxima categoría del fútbol universitario, donde se enfrentará a los mejores equipos del país. «Mi meta deportiva es ganarme la titularidad en el primer año, y en lo personal, terminar mi grado universitario y disfrutar al máximo de esta experiencia», asegura.
Adaptación a EEUU
Salmerón, estudiante universitario de Administración y Dirección de Empresas y residente norteamericano, considera que su adaptación fue rápida, aunque al principio enfrentó algunos retos.
«La mayor dificultad fue adaptarme al idioma, especialmente en el entorno universitario», reconoce. Además del idioma, también notó diferencias culturales que le costó asimilar, como la alimentación. «La comida no era la mejor: predominaban los productos procesados y la comida rápida», explica.
A pesar de todo, afirma que su decisión de mudarse fue firme desde el principio: «Siempre acabas echando de menos tu casa, pero yo tenía claro que quería mudarme a otro país, y quizá por eso la adaptación fue más rápida».
Una de las ventajas que tiene compaginar ser deportista y universitario es la flexibilidad que le permite sus profesores para tener el máximo de garantías en sus estudios. «Tienes mayor libertad con las clases, en función de entrenamientos y de los partidos. El ritmo académico, normalmente, suele ser más fácil que en España tanto con los trabajos con los exámenes», describe.
Víctor aún no sabe con certeza qué ocurrirá a largo plazo, pero tiene claro su objetivo: «Me gustaría continuar mi carrera futbolística en Estados Unidos, aunque todavía me quedan dos años de universidad, así que lo veo como una meta a largo plazo». Esta aspiración la mantiene firme mientras se prepara para comenzar su tercera temporada en el país norteamericano.
Enhorabuena!!!