No pinta nada bien el panorama. Tercera derrota consecutiva -cuarta si contamos la Copa Príncipe- de un ViveMenorca que no resucitó en su visita al gerundense pabellón de Fontajau (72-65). En una prórroga desigual, los baleares arrojaron la toalla ante un rival menor, al que pudieron vencer en los últimos segundos del tiempo regular de no haber sido por el error de Diego Ciorciari desde la línea de personal.
La entrada de Francesc Sabaté en el quinteto inicial como novedad, no evitó el atasco de los primeros minutos, con errores alternos en ambas escuadras. Un inicio que dio paso al dominio de ViveMenorca, que en menos de tres minutos forzaba la segunda falta personal del finlandés Nikkila. Pero, a pesar de la buena imagen de los albores de la contienda, dos ataques consecutivos estrellándose contra la defensa local sembraron las primeras dudas en los menorquines. Además, el incombustible Darryl Middleton empezaba a asomar en la pintura con su característico juego de pies. La esperanza se tornó pronto en pesimismo, aún más tras la segunda falta cometida por Cuthbert Victor, que le obligaba a reposar unos minutos en el banquillo.
El Sant Josep empezaba a sentirse cómodo, y en una transición rápida establecía el 12-8 con siete minutos transcurridos en el cronómetro. Olmos llamó a los suyos a filas, y de la mano del pívot norteamericano Turner -tapón y canasta- lograba neutralizar la ventaja del cuadro catalán (12-12).
Con el artillero Victor lastrado por las faltas personales -cometió su tercera a 4:33 del descanso- y Caio Torres desquiciado ante el aluvión gerundense, suerte tuvieron los de Maó de la aparición de Diego Sánchez. Los locales se fueron dos veces hasta los siete puntos -primer triple del debutante Bouldin incluido-, y se atrevieron con una defensa en zona que sólo Sánchez fue capaz de romper a base de lanzamientos de 6,75. El alero estuvo providencial y apareció en los momentos de más sufrimiento para ViveMenorca.
Poco antes del descanso los de Borja Comenge establecían una máxima de ocho puntos (32-24), maquillada por el base Diego Ciorciari y su primer acierto desde el perímetro (32-27). Cinco puntos de desventaja al final de los primeros veinte minutos que se antojaban remontables, a poco que los menorquines imprimieran algo más de ritmo a sus acciones.
Con un arranque de tercer cuarto fulgurante y la recuperación de Caio Torres, el ViveMenorca consiguió su primera ventaja en el electrónico desde el 2-4 de los primeros minutos (32-35), rubricando así un parcial de 0-8. Incluso pudo ampliar su brecha el conjunto balear, pero no materializó sus oportunidades y Feliu rompió el atraganto local con un triple que empataba de nuevo los guarismos (35-35). Toda la lucidez de la primera mitad de cuarto de los menorquines se desvaneció con el transcurrir del periodo, y las malas noticias aumentaron con la cuarta falta de Diego Sánchez. Lo que tan bien pintaba para el Vive acabó con una ventaja parcial insignificante de 9-11, que le impedía volver a mandar el electrónico (41-38).
El Sant Josep, activado desde los últimos instantes del tercer cuarto, no se dejaba intimidar por su adversario. Incluso los de Comenge se pusieron cinco arriba con una acción magistral de Middleton ante Caio Torres. Ya muy apurado, el Vive empezaba a jugar con fuego. Los locales no se distanciaban, pero tampoco había forma de darles caza. Las mejores noticias para los de Paco Olmos fueron las cuatro personales que lastraron a varios jugadores locales -Nikkila, Ortega y Devries-. Sin embargo, Diego Sánchez a 3:50 del final cometía su quinta y tenía que abandonar el partido. Girona se la volvió a jugar urdiendo una zona, y su público estalló con otro triple de Bouldin que tuvo respuesta inmediata en la muñeca de Umeh.
Con máxima igualdad, los últimos minutos prometían tensión y nervios. No obstante, el Vive fallaba dos ataques consecutivos que parecían condenarle, casi tanto como un tiro libre fallado por el donostiarra Otegi con 60-59 a 35 segundos para el final. Pero el Sant Josep nervioso por su precaria situación deportiva, tampoco estuvo muy lúcido en los compases finales, y el Vive dispuso de la última posesión para ganar. Pero, a falta de cinco segundos, Middleton cometió falta sobre Ciorciari, errando el argentino el primer tiro y amarrando la prórroga en el segundo.
En el tiempo extra, el Sant Josep llegó mucho más fresco y acabó haciendo valer su defensa zonal. Los locales anotaron con relativa facilidad, y al Vive ni le entraron los triples ni conseguía conectar con el juego interior.