El Municipal de Maó fue escenario ayer del peor partido que ha realizado el Sporting Mahonés ante su afición. Lejos de hacer honor al dicho que reza "el fútbol es espectáculo", los aficionados que presenciaron el encuentro abandonaron el campo con la sensación de haber perdido una preciosa mañana de domingo, sólo enturbiada por el fuerte viento que dificultó la práctica del fútbol durante todo el encuentro.
El empate a cero ante la Unió Esportiva Lleida permite al Sporting dar un pasito y alcanzar los treinta puntos en la clasificación, además de sumar seis partidos sin perder. Sin embargo, y ante un rival que no deslumbró ni por asomo, en su estilo de juego, básicamente de corte defensivo, la imagen de los blanquiazules dejó mucho que desear al respetable.
De las ganas con las que tocaba sus primeros balones el último fichaje sportinguista, Ismael, que arrancó con ímpetu en los albores del duelo, pronto se dio paso a las imprecisiones y balonazos sin ton ni son más propios de otras categorías.
El Lleida, muy bien colocado sobre el terreno de juego y con mucha seriedad, parecía estar más acostumbrado a jugar con viento que el propio Sporting Mahonés, que no dispuso de ninguna ocasión clara de gol en toda la primera mitad. Por su parte, el Lleida tampoco era temible, pero los de Emili Vicente dispararon más de una vez contra la portería de Moso, mediación del punta Sellares y de Miki, y forzaron varios lanzamientos de equina.
Lo más cerca que estuvo el cuadro de Joan Esteva de la meta de Eduardo (que tenía que realizar ejercicios de calentamiento por la poca actividad que hubo en su área), fue en una de las pocas ocasiones en la que los locales jugaron por la derecha. Sin embargo, los balones colgados por Mourad y David Sánchez fueron estériles.
Antes del descanso, Miki, el mejor del Lleida, envió al larguero un saque desde el córner, provocando un "uy!" entre un público que se debatía entre la expectación y la indignación por el pobre espectáculo. El viento es una gran excusa.
Pero lo cierto es que el Sporting no daba un pase en condiciones, no conseguía despejar con claridad y todos los rebotes, rechaces y balones muertos encontraban dueño en un Lleida poco preciso pero trabajador, que jugaba con paciencia.
Joan Esteva: "Una victoria hubiese sido muy importante, pero no perder también lo es"
El técnico del Sporting Mahonés, Joan Esteva, que vivió el encuentro con intensidad, indicó tras el partido que "una victoria hubiese sido muy importante, pero no perder también lo es" y continuó: "empatar en casa a cero se te puede quedar corto, pero hoy –por ayer– ha sido un partido muy complicado, por el viento, por el estado del terreno de juego y por el rival. Ha sido difícil elaborar. No podemos considerar que sea un mal resultado dadas estas circunstancias".
Sobre el mal partido que realizaron sus jugadores, Esteva valoró que "en otro partido podríamos hacer otro tipo de valoración, pero en este encuentro las dificultades han sido obvias. Tendremos que mejorar en el aspecto ofensivo, pero no se le puede recriminar nada al equipo, al menos en la intención".
Según el técnico: "El resultado es justo por ocasiones y por el dominio por parte de ambos equipos. Los dos nos jugábamos mucho y el rival ha demostrado que está en una buena línea y que tiene un equipo con cosas interesantes a ofrecer".
Esteva estuvo de acuerdo en afirmar que el equipo tiene algunas carencias, pero resaltó que también cuenta con muchas virtudes: "Nos falta elaborar, tener capacidad de desequilibrio, pero no es el partido para exigirlas. Hemos generado ocasiones y la verdad es que el partido ha estado muy condicionado".
Por último, el entrenador catalán se refirió al debut de Ismael López, jugador del que se espera mucho: "Ha sido un partido poco propicio para que luciera las cualidades que nos puede aportar.
Pero Ismael ha dado pinceladas de cosas que puede dar. Creo que ha estado a un buen nivel físico y las sensaciones son buenas", concluyó el técnico sportinguista.
El baile de cambios en la segunda mitad no resultó efectivo para el conjunto mahonés. Si bien Mario Mora y Guillem Martí protagonizaron una buena combinación que acabaría con el balón en el fondo de la red, previo fuera de juego.
En el 81, de nuevo Martí dispuso de la ocasión más clara del partido. El de Mercadal se inventó un derechazo directo a portería que fue rechazado por la escuadra.
La impotencia ante tan mal juego estuvo personificada en Mourad, al que ayer no le salió nada. Alguien gritaba desde la grada: "¡parece que jugáis al futbolín!". Y es que el público no se marchó contento, pese al punto conseguido. Lo mejor, el debut de Ismael, que recibió su primera ovación al ser sustituido por Vates. Ojalá aporte algo de frescura a este equipo en la recta final.