Tres goles y dos asistencias de gol. Esta es la tarjeta de presentación que firmó Xavi Molina, el último refuerzo del Atlètic Ciutadella en el mercado de invierno, el pasado sábado en el partido ante el Esporles que como no podía ser de otra manera acabó en goleada (5-0).
El delantero, que procede del Palau Plegamans de la Preferente catalana y anteriormente jugó en las categorías inferiores de la Gramanet, saltó al terreno de juego en el minuto 46, con empate a cero en el marcador. "Cuando el entrenador me dijo que calentara ya estaba muy metido en el partido, salí y tuve la suerte de marcar en los primeros minutos y a raíz del segundo gol todo fue más fácil", apunta el joven atacante.Molina, que ya había jugado quince minutos ante el Santanyí y cuarenta y cinco contra el San Rafael, asegura que a nivel personal "es probable que sea el mejor partido de mi vida desde que soy amateur" aunque es consciente que sólo se ha conseguido una victoria y que queda mucho camino por recorrer para lograr el objetivo del equipo, que no es otro que la salvación. "Hay que seguir trabajando, todavía tenemos que jugar contra rivales directos en esta segunda vuelta, así que a ver si hay suerte y podemos conseguir la permanencia", indica.A pesar de su juventud, 19 años, ha llegado al Atlètic Ciutadella para paliar una de los principales carencias del equipo, la puntería. "Falta mucho gol, defendemos y tocamos el balón en el centro del campo pero cuando llegamos arriba nos falta definir", señala. "El sábado nos salió bien y estamos muy contentos pero no vamos a ganar todos los partidos por cinco a cero, está claro, con uno a cero ya va bien, porque lo importante es la salvación".
Molina, acostumbrado al fútbol de toque propio de la División de Honor juvenil, se define como un jugador cuya principal virtud "es la velocidad y el disparo, ya que al medir 1'70 no voy muy bien de cabeza y aunque soy ambicioso, se cuando tengo que pasar el balón a mis compañeros".
Su entrenador, Marc Serrano, que ya lo conocía de su etapa juvenil, afirma que "es un jugador de los que barajábamos que podían venir en el mercado de invierno y que por sus características nos podía ir bien". Sobre su faceta goleadora asegura que "no es un goleador sino más bien un jugador de dar asistencias aunque si los marca, bienvenidos sean".
Molina, a pesar de llevar sólo siete entrenamientos con el equipo, se ha adaptado bien al grupo y al fútbol balear, por lo que el próximo domingo en Campos tendrá una nueva oportunidad para demostrar que sus cualidades y la actuación del pasado sábado ante el Esporles no fue flor de un día sino el inicio de una prometedora relación con el gol.