Benito Reynés soporta la primera crisis de resultados que le corresponde manejar desde la poltrona del Menorca Bàsquet. El presidente sufrió el viernes en directo la imprevista debacle del equipo en Cáceres que ha provocado la amarga desazón entre aficionados y seguidores del club tras observar el pobre rendimiento de un grupo que estaba llamado a pelear por el ascenso directo hasta el final.
El máximo mandatario compartió la tristeza del centenar de seguidores menorquines que estuvo en el Pabellón Multiusos de Cáceres, y no duda en señalar que "me quedé muy decepcionado, por eso lo primero que hice fue pedir disculpas a la gente menorquina que estaba allí. Podemos perder pero no de esta forma. Me sentí muy mal".
La trayectoria descendente del equipo hace que ahora los ojos se posen en el entrenador, Paco Olmos, como máximo responsable de un plantel que ha ganado sólo un partido de los últimos ocho que ha jugado. Reynés departió apenas unos instantes con el entrenador en el hotel tras el partido y no cree que el técnico sea el responsable del desplome del equipo. Por tanto le reafirma en el banquillo. "Yo confío en él. En la primera vuelta me demostró cómo trabajaba y cómo llevaba el grupo. El problema es de ansiedad por haber perdido tantos partidos". Añade Reynés que "no soy muy partidario de hacer cambios y económicamente tampoco estamos sobrados para hacerlos. Por parte nuestra no le cuestionamos. Trabaja mucho en los entrenos y los jugadores creen en él. Hace unos días hablé con los capitanes y así me lo dijeron. El equipo está unido, no creo que el problema sea ese, sino de pérdida de confianza en sí mismo". Y añade en torno al futuro, suceda lo que suceda mañana y en los próximos partidos que "en principio Paco sí acabará la temporada. Debería suceder una hecatombe para que no lo hiciera".
Benito Reynés tiene previsto reunirse esta semana con todos los jugadores, individual y colectivamente, "sí, voy a hablar con ellos
para que me expliquen qué les está sucediendo, y si no reaccionamos en estos tres próximos partidos, de los que habría que ganar dos, entonces habrá que tomar medidas y hacer algo".
Dado que el plazo para realizar fichajes ya está cerrado, y que Reynés reitera su confianza en el técnico, esas medidas sólo podrían encaminarse hacia una sanción al grupo. La experiencia más reciente, no obstante, no trae buenos recuerdos porque pese a las multas por rendimiento impuestas el año pasado por José Luis Sintes, su antecesor en el cargo, el equipo apenas levantó cabeza en toda la temporada.
El presidente cree que "aún hay tiempo si reaccionamos; debemos ir a buscar la mejor clasificación final e intentar llegar lo mejor posible al play-off y allí ir partido a partido a ver hasta dónde somos capaces de llegar".
Admite el mandatario que el desplome sufrido "no podíamos prever que fuera tan largo. Pensábamos que veríamos buen baloncesto todo el año como había sucedido en la primera vuelta. Pero desde la Copa en Melilla el equipo tiene un problema de cabeza y no reacciona".
Ahora la nueva meta está en la tercera plaza. "Hay que ser realistas. El primer y el segundo puestos están ya prácticamente imposibles. Creo que el CAI ganará la Liga pero de los que vienen por detrás todos tenemos posibilidades. Hay que ir a por el tercero que ahora es el Burgos pero aún debe venir a jugar aquí y mañana recibe al CAI Zaragoza en su pista".
Reynés quiere ver mañana un equipo armado y que saque adelante el partido ante el Clínicas rincón, "claro que tenemos que ganar este partido, que no será nada fácil, porque el Axarquía tiene jóvenes con mucho talento. Y después hay que ganar al menos uno de los partidos que tenemos que jugar seguidos en Melilla y La Laguna".