Puede ser el de ayer un punto de inflexión para el ViveMenorca. Quién sabe si ganando como lo hizo al León (70-64) tras salir del pozo en el que se hallaba en la segunda parte, no recupera aquel nivel que le hizo grande. Es posible. De momento, el equipo de Olmos resucitó dos domingos antes de la Pascua, cuando parecía técnicamente muerto, y capturó un triunfo fundamental coronado con el average ante un rival directo que tuvo el choque de su lado hasta entonces. La victoria, en suma, permite redireccionar su trayectoria hacia el play off. Menos mal.
No despejó todas las dudas el ViveMenorca pese al urgente resultado. Mantuvo un baloncesto espeso arriba, pero sí es cierto que atrás encontró la solidez perdida en muchos momentos, y ése puede ser un buen punto de partida con vistas al derbi del próximo domingo en Inca.
La salida del ViveMenorca fue buena. Como ha hecho otras veces, Olmos puso a Umeh sobre el motor leonés, su base, Juanjo Bernabé, para aprovechar las prestaciones defensivas del escolta nigeriano, mientras Gusi se pegaba al cañonero Schraeder. Las primeras ventajas, insustanciales fueron para el ViveMenorca, pero a los cinco minutos de juego el equilibrio ya era manifiesto (8-8).
De Grado cambió de '5' para neutralizar la superioridad de Caio Torres en la pintura y buscó los centímetros de Fontet por Antelo. Con un juego más pausado y efectividad desde los 6,75 metros el León obtuvo su primera renta a 3'38 del final (12-13). Un triple de Guzmán en los últimos instantes concedió cuatro puntos de renta al cuadro mahonés al término del primer acto (19-15).
La grada, sin un exagerado entusiasmo y con ostensibles claros tanto en los fondos como en los laterales, arropaba a los suyos, que parecían colocar la quinta marcha en la reanudación del juego con un parcial de 6-0 (25-15 a 8'14) capitaneado por Marc Fernández. Pero ahí, incomprensiblemente, el equipo se desconectó de lo que tenía entre manos. De Grado paró el partido y concedió galones a Iturbe que generó juego y canastas para Humphrey mientras Olmos contribuía al desaguisado retirando a Guzmán y a Turner para situar a Diego Sánchez como base, y un desacertado Urko por dentro.
El equipo se apagó bruscamente al tiempo que el León se iluminaba para hacerse con el control del choque. Humphrey e Iturbe agujereaban la zona y Rocchia anotaba desde el perímetro. Como consecuencia, el León colocaba un parcial sonrojante de 2-18 (27-33). Con 27-24 Olmos había devuelto rápido a pista a Gusi, pero tras el empate a 27, el técnico, sensiblemente enojado en la banda, ordenaba un triple cambio. Caio, Sánchez y Marc regresaban al banco y entraban Umeh, Victor y Turner. El runruneo de los aficionados y algunos pitos aparecían en la cancha hasta que un triple de Umeh dejaba el tanteo en 30-33 al descanso.
La igualdad se abrió camino al inicio del tercer cuarto con un empate a 35. El ViveMenorca, con Guzmán al mando, picaba piedra, atacaba incómodo en estático y con mucho esfuerzo, buscaba buenas selecciones de tiro. Pero llegaron entonces las pérdidas consecutivas y el dominio de Humphrey en el poste bajo (37-42) sobre Caio Torres. La gente amagaba con la pitada mientras otros aplaudían. La indefinición era protagonista del choque y el Menorca, tras otro arreón volvía a equilibrar el choque (42-42). Iturbe se iba al banco con tres faltas, pero Antelo le suplía con oficio mientras Gusi se iba al banco por acumular demasiados errores. Los árbitros animaban el cotarro con una exagerada antideportiva a Caio Torres, pero el León malograba hasta seis tiros libres en este tramo y otros tantos triples que mantenían al Menorca en el debate. Con Diego Sánchez, de nuevo como base, el cuadro visitante cerraba el tercer cuarto con 6 puntos de renta (42-48), firme y seguro a partir de su defensa en zona.
Olmos ordenó presión al inicio del tramo decisivo y de ahí salió una segunda antideportiva, ahora a Diego Sánchez sobre Bernabé, que fue mano de santo para el Menorca porque calentó al público y retiró momentáneamente al director de juego leonés. El ViveMenorca, que estaba 8 abajo (44-52) se despojó de complejos y demarró en busca de la victoria (49-52). Aún lejos del ritmo que precisaba, con el corazón en la mano, el equipo de Olmos logró forzar el empate a 57 puntos gracias a un Victor, omnipresente como '4', y a Caio Torres efectivo en el poste bajo.
Ahí, la temprana eliminación de Iturbe que cometió dos faltas seguidas, fue donde el Menorca halló la vía necesaria para buscar a su 'center' brasileño, bien arropado por un Victor estelar mientras el León acusaba la falta de profundidad de banquillo. Ambos fueron los artífices directos del triunfo porque el equipo de Paco Olmos logró ponerse por delante a 1'44 del final tras un triple de Guzmán (62-61). De Grado consumió su segundo tiempo muerto pero el partido ya era para los locales que, excitados a partir del apoyo de la grada y de una defensa como la que practicaba en la primera vuelta, se llevaron el triunfo y el average tras endosar un parcial de 17-5 desde el 49-57 que acabó en un 70-64 redentor para un equipo que adelantó la resurrección.
Olmos: "El equipo está rearmado anímicamente"
Paco Olmos respiró hondo y miró al cielo del Pavelló cuando vio que su equipo, al fin, ganaba el partido. Luego en sala de prensa quiso destacar tres hechos, "hemos recuperado totalmente la energía e intensidad defensivas al principio y en el momento cumbre del partido. Segundo, la afición ha vuelto a estar increíble, y tercero, éste es el partido que hasta ahora siempre hemos perdido".
El equipo superó las muchas pérdidas de balón, "con un excelente comportamiento, mentalidad, sufrimiento y muy buen nivel defensivo". Y añadió que "hemos llevado el partido donde queríamos al desgaste, y a que murieran por maduros y lo hemos logrado".
El técnico del Menorca también personalizó los elogios al señalar que "en el momento más complicado Victor ha querido el balón, ha dado puntos y generado en ataque, y Gusi ha hecho un trabajo excelente y poco a poco todo el equipo ha dado el pasado adelante. Valoro no habernos ido del partido cuando parecía lo más fácil por donde veníamos".
A Olmos no le sorprendió la reacción de su equipo cuando peor parecía el partido, "no, porque lo mejor de esta semana han sido las caras de los jugadores y sus declaraciones. El equipo está rearmado anímicamente, preparado para sufrir; ahora hace falta que tengamos un baloncesto más regular. Ha recuperado muchos valores durante la semana".
La victoria puede resultar un punto de inflexión, "yo espero que sí porque así lo hemos pedido en todo el club y los primeros que lo quieren son los jugadores pero debemos demostrarlo en el próximo ante el Mallorca, que es de los más importantes para nuestra afición".
Javier de Grado, técnico del León, lamentó la derrota, porque "me voy como vencedor moral, hemos hecho un gran partido, un gran baloncesto y aguantado 38 minuto. A raíz de la antideportiva de Sánchez a Juanjo perdimos el ritmo y lo que nos daba el partido, la defensa. Lamentó tantos triples fallados "que estaban solos cuando tiraban", dijo que su equipo "ha tenido más argumentos para ganar", pero prefirió "no cruzarse con el Menorca, al que sigo viendo candidato al ascenso, en el play off".