Después de quedarse a las puertas del play off en la Liga Femenina con el Joventut Mariana de Sóller, la pívot menorquina Paula Seguí afronta una época llena de incógnitas. No en vano actualmente se encuentra sin equipo. La crisis económica ha hecho mella en los clubes, un contratiempo que se suma al handicap que lleva aparejado el deporte femenino.
Sin embargo, esta risueña mahonesa de 27 años, que habla con orgullo de lo que ha conseguido a lo largo de su carrera, no pierde el ánimo. Aunque reconoce que el mercado está en un momento difícil, confía en encontrar pronto un equipo donde contribuir con su experiencia.
¿Cómo valora el último año del Joventut Mariana?
La temporada ha sido buena, y eso que empezamos mal, perdiendo algunos partidos que debíamos haber ganado. Después nos fuimos conjuntando más y el equipo mejoró mucho, tanto que estuvimos a punto de alcanzar el play off.
¿Qué pasó?
Teníamos muchas ganas, pero tal vez nos pesó demasiado la presión y perdimos los partidos clave.
¿Decepcionada?
Al principio sí estuvimos decepcionadas porque lo tuvimos cerca. Sin embargo, cuando lo reflexionamos más tarde, nos dimos cuenta de que la temporada había sido parecida a la anterior. La única diferencia es que, si antes disputaban el play off los ocho primeros equipos, la temporada pasada sólo entraron cuatro. El mismo factor que nos dejó fuera de la Copa.
¿Cómo se ha encontrado esta temporada?
Mi año, al principio, fue bueno, el entrenador contaba conmigo. Pero entonces llegaron las americanas, Gisela Vega jugó muy bien y tuve menos minutos. Sin embargo, yo seguí entrenando como la mejor, pero el entrenador es quien decide, y el tiempo que juegas no depende sólo de uno mismo.
Sus números no han sido tan buenos como en otros años...
Puede ser, aunque no me fijo mucho en eso. A veces, en equipos más humildes, toda la responsabilidad de atacar recae sobre un par de jugadoras y el resto del equipo juega en consecuencia. Yo he tenido otras tareas, mi trabajo no era ser la tiradora del conjunto. He jugado más hacia atrás que hacia adelante. Pero eso siempre depende de las jugadoras que haya en la plantilla.
No continuará en el Joventut Mariana. ¿Por qué?
El club me dijo que estaba interesado en renovarme, y yo estaba dispuesta a bajarme la ficha. Pero parece que parte del dinero que esperaban no llegó y han optado por contratar a otro tipo de jugadoras. De todas formas, el problema no era que mi sueldo fuera demasiado alto, como ha publicado algún medio, sino que ha habido una serie de cambios en el club.
¿Ya sabe cuál será su próximo destino?
No tengo ni idea, mi representante está trabajando en ello y supongo que en unas dos o tres semanas ya se habrá concretado algo.
¿Con qué ofertas cuenta?
Hay tres o cuatro equipos de la Liga Femenina que se han interesado y serían buenas opciones, pero con la crisis el mercado está bastante parado. Los clubes tienen presupuestos muy ajustados. También ha habido contactos con conjuntos de Francia y de Polonia. Ir al extranjero es algo que no he hecho y que no me importaría hacer, aunque no llevo muy bien el frío...
¿La crisis está dañando más al deporte femenino, por ser minoritario?
El baloncesto femenino es más pequeño, y lo está pasando mal. Muchos clubes dependían de inversiones de inmobiliarias, por ejemplo, o de las ayudas públicas. Algunos presidentes están teniendo que poner dinero de su bolsillo.
¿Qué haría si se quedara sin equipo?
Tal vez buscaría algo en una categoría inferior, o intentaría meterme en algo relacionado con el baloncesto, pero por ahora no me lo planteo.
¿Le preocupa esa posibilidad?
Soy bastante tranquila y aún falta tiempo para que empiece la temporada, pero estas situaciones siempre producen algo de inquietud.
Cuando mira hacia atrás, ¿cómo ve su carrera?
He tenido suerte, me dieron muchas oportunidades y he acumulado mucha experiencia. Y casi no me queda nada por hacer: he ganado títulos, he jugado al más alto nivel, he sido internacional...
¿En qué ha cambiado con respecto a cuando comenzó?
Cuando eres joven tienes mucha ilusión, casi te dan igual las circunstancias. Con el tiempo, el deporte se convierte en un estilo de vida. Ahora hay que ver cuántos años más puedo jugar y seguir haciendo lo que me gusta.
¿Sigue al Vive Menorca?
Claro, es un motivo de orgullo para la Isla, la gente verá a los grandes de la ACB. Pero también hay que tener en cuenta que no cuenta con un presupuesto muy alto, por lo que no se le puede exigir demasiado.
¿Qué le parecen los últimos fichajes del equipo?
Pintan bien, especialmente si viene Donaldson, que es un buen jugador. Por otro lado, me ha sorprendido que Marc Fernández no siga en el club.