Una de las sorpresas que los socios y aficionados del Sporting Mahonés se pueden encontrar en la nueva temporada que arrancará a final de mes es el mallorquín Marcos Jiménez. Bueno, en realidad, su juego. Se trata de un delantero corpulento, de 186 centímetros, al que le gusta "jugar de cara", lejos de tópicos que acompañan a los atacantes grandes cuya misión suele ser la de jugar de espaldas a la portería. El de Pollença, de 24 años, no titubea a la hora de reconocer sus virtudes, así como su principal defecto "que no me muevo mucho". Se muestra muy ilusionado y convencido, con lo poco que ha visto, que el nuevo y rejuvenecido Sporting Mahonés no debe tener muchos problemas para lograr el objetivo de la permanencia.
Jiménez dio sus primeros golpes al balón en el Pollença, para luego completar su paso por el fútbol menor con La Salle de Palma y el San Francisco, en División de Honor juvenil. Su primera temporada en Tercera con el Constancia se saldó con el ascenso a Segunda B y su buen hacer le llevó al Mallorca dos años y al UE Sant Andreu que estaba en Tercera, donde logró de nuevo el ascenso.
Llega a Maó, tras pasar por el Orihuela y el Sant Andreu, de nuevo, y se muestra francamente ilusionado ante el ambiente que se ha encontrado. "El equipo es muy bueno, hay buena relación y creo que estamos trabajando muy bien para llegar de la mejor forma posible a la pretemporada", valora el delantero pollencí.
"Veo muy buen equipo, con ganas de hacerlo bien y de pelear por todo", dice el mallorquín a los pocos días de haber iniciado la pretemporada y reconoce que "en pocos equipos he visto más ganas que las que me he encontrado aquí". A nivel individual, ninguno de los sportinguistas ha tenido tiempo de demostrar su auténtico potencial aunque Jiménez admite que "me han sorprendido los hermanos Miquel y Pedro Capó que son dos auténticas bestias para correr".
El compromiso del atacante con el Sporting Mahonés es total, "algo que deberían tener todos los jugadores cuando fichan por un equipo", aunque prefiere no revelar qué le ha pedido tanto Matías Borsot, director deportivo del club, como el entrenador Joan Esteva. Pero la confianza del pollencí en el grupo es muy alta: "Me han dicho que el objetivo es luchar por la permanencia pero por lo que he visto hay grupo para salvarnos y algo más, aunque lo primero será ir a salvarnos y luego será bienvenido todo lo que venga".
"Soy un delantero con altura, buen juego aéreo, aunque también me gusta jugar con el pie de primera, aunque parezca raro, y que tengo gol", se resume Jiménez, que ve en "la capacidad de aguantar bien el balón para oxigenar al equipo, mi visión de juego y mi juego de cara" sus principales virtudes, y su defecto, "que lo sabe todo el mundo", la falta de movilidad.