Hace unos días, el Ayuntamiento mahonés presentó un nuevo proyecto para el complejo deportivo de Bintaufa. Tras el largo tira y afloja entre las partes, parece que los futbolistas podrán disfrutar al fin de unas instalaciones suficientes para entrenarse y disputar partidos. Este diario se ha propuesto pulsar la opinión del entorno del club mahonés sobre el nuevo proyecto mediante una pequeña encuesta sin valor científico. El resultado deja una sensación de alivio por la ejecución de una obra esperada pero también lamentos por lo que se ha tardado en llegar a un acuerdo.
Tras un verano ajetreado, con manifestaciones en las que el fútbol base del club mostró su malestar frente al Ayuntamiento e incluso la directiva amagó con retirar sus categorías menores, se ha llegado a un acuerdo para responder a la demanda de infraestructuras que la entidad deportiva ha presentado insistentemente.
Las instituciones públicas respondieron a esa demanda antes del verano con un gran proyecto (planeado por el Sporting) que destinaba seis millones de euros a la construcción de una tribuna cubierta en el terreno de juego ya existente, de dos nuevos campos de hierba artificial dotados con diez vestuarios, diversas estancias como una zona de rehabilitación, una oficina del club, lavandería, almacén, bar-restaurante, sala de juntas y aula multifuncional.
Pero los plazos se agotaban y las obras no comenzaban. Así que el Sporting redobló su presión sobre el Consistorio, que respondió con una promesa mucho más modesta, de 1,6 millones. En este nuevo proyecto figuran la construcción de una pequeña grada cubierta en el campo nuevo, sin asientos, y un solo campo de hierba artificial, con cuatro vestuarios.
El portavoz del club, José Pons, se muestra aliviado por el desbloqueo de la situación: "Lo que nos parece bien es que se construya ya", declaró y, aunque también reconoció que la solución que se ha acordado "está a unos pasos de lo que querríamos para el desarrollo deportivo de nuestro club", saludó el hecho de que "se conseguirá que todos los equipos puedan entrenarse y jugar en el nuevo campo".
Tras el concurso público que, previsiblemente, se realizará en breve, el plazo previsto para la duración de las obras es de tres meses y medio. La de este complejo deportivo es la única inversión de esta magnitud que realizará el consistorio en los próximos años. La crisis no es un obstáculo menor, pero, una vez revocada la norma que impedía a los ayuntamientos endeudarse a partir de 2011, se ha movido ficha y el balón podrá rodar como debe.