Pasada la tormenta con el Sporting Mahonés, el teniente de Alcalde de Deportes del Ayuntamiento de Maó, Toni Ferrer, ha explicado a este diario su versión sobre l controversia suscitada en las últimas semanas. El proyecto que finalmente se llevará a cabo en Bintaufa incluye la construcción de un nuevo campo de hierba artificial y una serie de mejoras puntuales en el vetusto estadio municipal.
Aunque ya existe el acuerdo en torno a él, el nuevo proyecto no está aprobado aún, algo que se realizará la semana que viene o la siguiente. El siguiente paso será licitar el concurso, algo que se espera para finales de octubre y, desde entonces, las obras deberán estar terminadas en tres meses o tres meses y medio. Es decir, se prevé que el campo llegue, casi como un regalo de Reyes retrasado, a finales de enero.
Una vez alcanzado el consenso, ¿se han cerrado las heridas con el club? Responde el edil que en su día fue criticado por la entidad futbolística: "Yo no tengo ninguna herida, aunque la directiva quiso forzar la máquina y nosotros tenemos el dinero que tenemos". Ferrer repite que no quiere revivir el conflicto con el Sporting, aunque considera que "han puesto presión sobre el ayuntamiento sin que nosotros dijéramos nada".
El edil niega que el proyecto que presentó el Sporting (con dos nuevos campos y numerosos equipamientos, como un bar-restaurante), costara seis millones de euros, como se ha dicho. Considera que el precio era mucho más alto y subraya que "hay que buscar un equilibrio entre el coste y la necesidad".
Otros clubes sólo tienen un campo y tienen más niños que el Sporting en su cantera", recuerda el edil de Deportes, que anuncia que "el segundo campo se hará", pero sólo será posible cuando haya dinero. La actual inversión ha sido posible gracias al Fondo Financiero del Estado para la Modernización de las Infraestructuras Turísticas (FOMIT). "Si pedimos un préstamo a la banca, pagamos más por los intereses que por la obra", asevera, y pide que "se tenga en cuenta la situación económica actual".