El Ejecutivo balear que preside José Ramón Bauzá deberá meditar con esmero la decisión final que adopte en torno a la retirada de las ayudas que ha venido prestándole al Menorca Bàsquet en los últimos ocho años. Y es que, la situación concursal en la que se encuentra la SAD y su latente peligro de disolución en el caso de que no cuente con esa subvención tendría una consecuencia gravosa directa para el Govern por la deuda de cuatro años atrás que arrastra con el Menorca, según la interpretación de los servicios jurídicos y económicos del club.
La SAD le ha hecho llegar al ente autonómico una propuesta que aliente su supervivencia, con un coste de partida prácticamente idéntico al que le supondría la desaparición de la entidad convirtiendo, por tanto, su continuidad en el proyecto que el propio Govern impulsó en una cuestión de voluntad.
En el concurso de liquidación por el que pasaría el Menorca para su disolución si el Govern Balear no le presta esa ayuda, la ley obligaría al Ejecutivo a pagar de inmediato la deuda reconocida y documentada que tiene contraída con la SAD, en una suma estimada entre los 600.000 y los 900.000 euros, según informó en asambleas pasadas, repartida en una cantidad menor correspondiente al pasado año y otra mucho mayor de cuatro años atrás. Además, dada la disolución de la SAD tampoco podría recuperar el 1,7 millones de euros que puso en su día para cubrir con el fondo de regulación de ascensos y descensos de la ACB cuya devolución, por parte de la SAD, se halla paralizada hasta que se firme el convenio con los acreedores. Por tanto, si la SAD desaparece el GB no cobraría esa devolución y, en aplicación de la ley de disolución, tendría que pagar la deuda histórica.
Ante este paisaje el planteamiento que ha trasladado el Menorca a sus interlocutores del Govern consiste en no reclamarle esa deuda a cambio de la concesión de una ayuda económica que estaría próxima al millón de euros por un plazo anual de tres temporadas, a partir de las 2012-2013. Además le plantea que se considere crédito ordinario la devolución del Fondo de Regulación de Ascensos y Descensos de la ACB y que el Govern Balear se comprometa a firmar el convenio del concurso de acreedores.
El Menorca pretende conseguir que sus acreedores se avengan a aceptar una quita del 50 por ciento y un plazo no inferior a cinco años para ir cobrando la cantidad acordada en la firma. Aplicando esa quita la suma que debería devolver el Menorca al Govern equilibraría aproximadamente la misma cantidad que el ente autonómico tendría que pagar si la SAD desaparece.
La petición del Menorca se fundamenta en la redistribución de las partidas existentes destinadas a Deporte y Turismo, y no a otras dedicadas a Educación, Sanidad u otras áreas, considerando la trascendencia que tiene la continuidad del Menorca en una categoría de elite y su arraigo en toda la Isla como elemento cohesionador.