En realidad el dilema no lo es tal. Uno quiere que siga y el otro quiere quedarse. Y en el resto de la plantilla, si no fuera por el mismo problema, tres cuartos de lo mismo, salvo quizá Ana Correa, que ya está comprometida con el Béziers porque quiere experimentar nuevas sensaciones. Pero la disyuntiva es puramente económica: la caja, si no está vacía, esta muy magra. Y los pronósticos que vaya a estar muy boyante no son nada halagüeños.
Pero, si no fuera por dinero -ni más ni menos que dinero- el director técnico habría renovado a la mayoría de la plantilla campeona de nuevo de la Superliga, y a su técnico campeón, Chema Rodríguez.
Bep Llorens quiere que Chema se quede, y Chema quiere quedarse... pero no a cualquier precio. El manchego quiere una plantilla competitiva para, si no volver a ganar la Superliga -aunque el reto es impresionante- sí al menos para estar en las citas importantes. Eso, y estar considerado económicamente como hasta ahora...
Bep Llorens estaría en la misma tesitura, pero por su rol le obliga a atar muchos cabos y, si se diera el caso, y muy a su pesar, a renunciar a muchos sueños por el bien del club, en un CVC que a lo largo del año 2012 tiene que abrir el proceso presidencial, con Cati Moll pensándoselo mucho.
La economía. Siempre la economía. "Todavía nos deben convenios firmados con las instituciones de la temporada 201/11, no tenemos claro que los patrocinadores puedan seguir aportando lo mismo y quizá tendremos que apretarnos el cinturón otra vez hasta tener como simple objetivo la permanencia", ha indicado Llorens como aviso para navegantes. ¿Aceptaría en esas condiciones seguir la próxima temporada Chema Rodríguez? La pregunta casi se inclina a una respuesta negativa... Por muchas valoraciones alternativas que se hagan.
Una de ellas es la situación global del volei en España. ¿Qué club puede asegurar unos mínimos económicos y competitivos acorde con la categoría de un entrenador cotizado y preparado de sobra? Buen dilema. Mientras, club y técnico se piden tiempo.