España consiguió su tercera victoria consecutiva en el torneo olímpico de baloncesto, ante los anfitriones, Gran Bretaña, por 79-78, en un partido trabado, sin ritmo y que a punto estuvo de complicarse para los subcampeones olímpicos. Sergio Llull anotó cinco puntos y no estuvo tan fino como en otros choques. El triunfo asegura ya el pase a cuartos para la Selección.
Deng anotó una canasta a escasos segundos del final, el 79-78, al tiempo que el Basketball Arena estallaba en una demostración de incredulidad y asombro, porque la verdad es que la victoria de España apenas peligró y sólo el acierto a la desesperada de los británicos dio emoción a un partido denso, casi tenebroso.
Un 6-0 inicial pareció sentar las bases del partido, pero Freeland se encargó de anotar los 8 primeros puntos de Gran Bretaña y evidenciar que el equipo anfitrión no pensaba tirar la toalla tan rápido. Los británicos, además, jugaron especialmente motivados, defendiendo incluso por encima del límite en muchas ocasiones, de ahí que pese a las buenas sensaciones que estaba transmitiendo el equipo español, el marcador no fuese amplio(24-15, m.10).
Gran Bretaña siguió a lo suyo, aún a costa de cargarse de personales, forzando en defensa y tratando de no despegarse en el luminoso. Lo consiguió porque al descanso se marchó con solo 8 puntos de desventaja, 37-29.
Tras el descanso, la falta de ritmo condenó un partido que España no terminaba de romper, aunque al tercer cuarto le seguía siendo favorable (60-48).
El juego trabado y el acierto de los anfitriones hizo que el marcador se estrechase hasta los cinco puntos, 68-63 a falta de cuatro minutos. El Basketball Arena rugió como nunca cuando Deng bajó la diferencia a 3 puntos, pero Pau reaccionó y también el resto del equipo español. Calderón estuvo infalible desde la personal para mantener la mínima diferencia que mantiene a España invicta.