Apenas ha pasado un año desde que se montara en su bicicleta de montaña para disputar su primera prueba oficial; apenas ha pasado un año desde su primera caída en esa carrera escalando L'Enzell; apenas ha pasado un año desde que en su trayectoria vital se cruzase Tolo Reurer, su representante. El primero de tres nombres hoy imprescindibles en el caminar diario de Kamal El Hihioui.
Y todo en apenas un año. "Todo ha pasado muy rápido, la vida pasa muy rápida", reflexiona el ciclista de Alaior, de ascendencia marroquí, que se ha destapado definitivamente como un deportista de proyección en la decimoquinta edición de los IGA celebrada en Bermuda. Dos medallas de oro en competición individual y una de plata por equipos (junto a Diego Escudero y Pere Timoner) le han elevado al rango de promesa, de proyecto de deportista de élite.
Todo tan rápido como rápida fue la decisión el día que dejó atrás "los malos hábitos, la vida social que llevaba y me centré en la bicicleta", reconoce sin rubor. Tolo Reurer se convirtió en su mánager, enderezó la rutina diaria y sus costumbres y empezó a ejercitarle en el duro deporte de la bicicleta de montaña.
Y llegó el día en que se cruzó un segundo personaje vital para entender el perfil actual de Kamal El Hihioui. En la pasada edición del triatlón por equipos celebrada en Calan Porter, Toni Colom le descubre. "Me dijo que había sido ciclista profesional y ahora era entrenador personal", explica el ciclista alaiorense desde la ingenuidad e incredulidad de quien todavía ahora asume la nueva realidad. Sin que el joven supiera nada, Tolo Reurer se puso en contacto con el exciclista en carretera mallorquín y pactaron realizar a Kamal una prueba. "¡Pero de dónde has sacado este motor!", exclamó sorprendido Toni Colom tras analizar los resultados.
"¡Una prueba! Pero si yo no soy nadie para viajar y hacer pruebas", recuerda Kamal. Desde entonces, el excorredor mallorquín diseña el plan de entrenamiento y progresión del ciclista menorquín. Le marca las pautas, le asesora, controla mensualmente peso, pulsaciones, tiempos y otras medidas, y cada tres meses le somete a la preceptiva analítica del reglamento federativo.
Guillem Pastor es el tercer vértice del triángulo mágico en la recién estrenada carrera deportiva de Kamal El Hihioui. Pastor es el director deportivo del Club Ciclista Lloret de Vistalegre. Una entidad humilde, pero que encaja en los intereses deportivos y de mejora del menorquín. En Felanitx participa en la primera prueba y el novel deja boquiabiertos a sus contrincantes. En 2013, antes de viajar a Bermuda, El Hihioui ha ganado seis pruebas. Del calendario oficial le restan por disputar dos carreras de la Copa Federación, ambas en Mallorca.
Y luego, "nos prepararemos para hacer una pretemporada más seria, más dura, con más ritmo". Kamal ha descubierto un talento innato que desconocía, "en realidad ha sido Tolo Reurer quien ha detectado y trabaja para potenciar estas cualidades". El próximo será su último año como sub-23 y la ambición con mesura le lleva a exponer que "quiero estar en el top 5 estatal de la categoría. Saldremos más, iremos a competir a Catalunya, y probablemente dispute alguna prueba en carretera".
Kamal El Hihioui se ha enganchado a la bicicleta y ésta le ha enganchado a una nueva vida. El ciclista de Alaior trabaja para que la proyección expuesta en la competición en el último año le lleve a la élite. Kamal no renuncia a nada, "soñar es gratis".