La igualdad que marca el ranking iba a quedar demostrada nada más comenzar durante los primeros 6 juegos. Nadie era capaz de imponer su estrategia hasta que Gemma y Lucía, a las que les estaba costando más sacar su servicio adelante, cedían el primer break del partido. (4-3). Sin embargo las de Pablo Aymá devolverían la paridad al marcador al instante para llegar al décimo juego con empate a 5. En ese momento aparecía la mejor versión de Majo para finiquitar el set a su favor con un resultado de 7-5.
Al contrario de lo que sucediera en el primer set, el segundo comenzaba con un tempranero break de las jugadoras que iban por delante en el marcador. Las Alayeto caminarían con ventaja a lo largo de todo el segundo set apoyadas en esa rotura de servicio pero Lucía y Gemma comenzaban a encontrar sus golpes y entraron en el partido definitivamente cuando en el décimo juego instauraban de nuevo la igualdad a 5. La resolución del set se produciría con el tie break de testigo. Cuando todo parecía indicar que las gemelas conseguirían por fin reinar en su tierra, la grada de Zaragoza asistiría atónita a la remontada de Lucía Sainz y Gemma Triay. 6 bolas de partido dinamitaron las gemelas. Un 6-1 en contra levantaron las jugadoras de Pablo Aymá para llevarse la muerte súbita y meterse de lleno en el partido.
El golpe moral fue tremendo para las zaragozanas. Cuando más cerca lo tenían vieron esfumarse sus opciones de título ya que en el tercer set, además, aparecieron los problemas físicos y empezaron a acusar la duración del partido que se acercaba a las 3 horas. En el otro lado de la pista se mantenía firme una imperial Lucía Sainz que no entiende de cansancio y junto a la pegada de Gemma desarbolaron la defensa de las gemelas y terminando con un 6-1 un partido épico. Mapi y Majo no podrían dedicar a su gente un título que se marcha a Menorca y Barcelona.