Precisión al poner a punto los monoplazas, eficacia y agilidad en el ‘pit-stop', adrenalina en los momentos más tensos y, sobre todo, velocidad. Ese es el mundo de las carreras, el mundo en el que vive el menorquín Alex Galobart (1997) desde hace cuatro años de la mano de la escudería Jenzer Motorsport, afincada en Suiza y que viaja por todo el mundo disputando los grandes premios del campeonato de FIA F3.
Ahora mismo, Alex ocupa el puesto de jefe de mecánicos para esa categoría, tras ir «ascendiendo poco a poco en la pirámide» estructural del equipo, pasando de ser un mero chico en prácticas a liderar el departamento.
«Fue entrar y a los dos meses ya me hicieron contrato fijo. Empecé en las categorías más pequeñas, pero sabía que había posibilidades de crecer dentro de la escudería. Me pusieron como segundo mecánico de F3, luego me cambiaron a jefe de coche de F4, también estuve de jefe del área de clientes, más adelante me ascendieron a jefe de coche de F3 y ya, por último, el puesto que ocupo ahora. Parece fácil, pero para ello hay que hacer muchos sacrificios, empujar mucho, tener las cosas muy claras y, obviamente, disfrutar», comenta.
Este ascenso meteórico se debe a la experiencia ganada durante los años previos, en los que consiguió compaginar perfectamente estudios y experiencia en el sector automovilístico a base de más prácticas.