La joven y prometedora piloto de Ciutadella, Aroa Fernández, que este 2023 ha cumplido sus 18 años, acaba de dar un salto cualitativo y toda una declaración de intenciones en su embrionaria carrera motorística. La talentosa menorquina acaba de firmar un contrato con la potente estructura madrileña del I+Dent Racing Team para debutar en la categoría Supersport 300 del ESBK este próximo curso 2024, sobre una Yamaha R3. La menorquina, hija del contrastado piloto, Bruno Fernández– fijo en los podios autonómicos mientras ha estado en competición– ha demostrado su talento estos últimos años, principalmente en el Campionat de Balears y recientemente en la MIR Racing Cup, donde la ciutadellenca marcha en una gran 17ª posición, prueba de su nivel.
Fernández ha competido a gran altura y mostrando grandes prestaciones en el Balear de Velocidad en Open 250cc y, de hecho, el pasado curso 2021 esta joven talento del motor español quedó tercera de Balears y el pasado 2022 fue primera durante toda la temporada, hasta la última prueba, en la que solo le bastaba hacer dos quintos puestos. Sin embargo, la carrera se declaró en mojado y Fernández sufrió una importante caída en la primera manga, dejándola fuera de competición, con una luxación de clavícula e impidiéndole seguir.
Maldita e inoportuna lesión
Una lesión que la privó de toda opción de ser campeona, siendo tercera balear. Este 2023 Fernández compite en la Mir Racing Cup, copa española de ocho pruebas. Una decisión clara con la idea de seguir creciendo en la velocidad, lejos de la Isla. Para el 2024 da un paso más en su carrera y formación como piloto y se adentra a una de las estructuras referencia de Supersport 300, dentro del difícil ESBK.