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Hípica. Trote

Joan Orfila, reto europeo en trote

El menorquín, actual campeón nacional, corre este sábado en el icónico hipódromo parisino de Vincennes para «disfrutar» y tratar de ser campeón continental amateur

Joan Orfila correrá con Expert d’Erpion, según deparó el sorteo

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El conductor menorquín Joan Orfila Pons, en virtud de su flamante título de campeón de Balears de trote en categoría amateur, lo que por elevación le convierte en campeón de España, al tener la federación Autonómica también el rango de Española, toma parte este fin de semana en París en el Campeonato de Europa de la categoría que promueve la UET (Unión Europea de Trote).

La prueba, que acoge el selecto hipódromo de Vincennes (considerado la ‘catedral del trote mundial'), en la capital francesa, y se disputa este sábado, se enmarca dentro del programa del Grand Prix d'Amerique, a su vez, la carrera de trote más importante del mundo, que se celebra el domingo (y que en su caso, cuenta con una dotación de un millón de euros en premios).

«Voy con la intención de disfrutar, estar en esta prueba es la culminación al trabajo de todo un año», explica Joan Orfila para este diario, antes de tomar el avión y emprender rumbo a París (ya vivió dos años en Francia, por lo que no correrá en un hábitat que le es novedoso). Su hegemonía a nivel balear y nacional es un reflejo de los resultados cosechados a lo largo de toda la temporada 2023, y calificatoria para la denominada C1 Coupe Intercontinentale Des Amateurs.

La prueba

La prueba se desarrollará sobre una distancia de 2.100 metros, es para caballos de entre 7 y 11 años que a lo largo de su trayectoria se hayan embolsado menos de 170.000 euros en premios, tiene una dotación de 15.000 euros y contará con catorce participantes, siete por fila (en las carreras profesionales, son dieciocho caballos, nueve por fila).

Cada país cuenta con un representante. Joan Orfila acude por España, y correrá con Expert d'Erpion, el caballo que le correspondió en suerte, según deparó el sorteo que tuvo lugar este jueves. No en vano, la propia prueba, sobre 51 ejemplares inscritos, define los catorce que tomarán parte en la carrera, y estos, a su vez, se emparejan, por azaroso sorteo, con cada conductor, quedando así establecidos los catorce binomios que buscarán la gloria continental en Vincennes.

«Ya sabemos los catorce que correrán, veremos cuál me toca», indica al respecto Orfila (hablamos con él justo antes de que se celebrara el sorteo, que finalmente deparó que correrá con Expert d'Erpion, un caballo nacido en 2014, propiedad de Abilio Lourenco y criado por Jean Ernotte, cuyas ganancias en carrera han sido hasta la fecha de 106.340 euros).

El hándicap es evidente, puesto que no hay casi margen para familiarizarse con el equino. «Te dejan probarlo una hora antes de la prueba, pero al final, son las mismas condiciones para todos, nadie tiene ventaja», observa el menorquín en ese orden, e insiste en que «el trabajo ya está hecho, y era llegar hasta aquí; ahora, se trata de pasarlo bien, de disfrutar, de la carrera y también de todo lo que la rodea, del Grand Prix d'Amerique, que es la competición de trote más importante del mundo, de poder ver esas instalaciones, del hecho de representar a tu país…», enumera.

De entre las opciones que ofrecía el sorteo, se incluían Furioso Beach, como el caballo que más ha ganado, con 164.025 euros, y Guylan de Mai, con 96.935 euros, por contra, el que menos ingresos ha computado, por lo que ni mucho ni poco. El azar repartió suerte. A partir de ahí, tal y como dice Joan Orfila, representante menorquín, balear y español en este evento de impacto continental, «a disfrutar». Este sábado, la prueba dictará sentencia.

El apunte

Una odisea para conseguir una bandera insular que ondee en París

Joan Orfila tendrá la posibilidad de ondear la bandera menorquina en el prestigioso hipódromo de Vincennes, si bien conseguirla obligó a una serie de gestiones en las que llegó a intervenir el director insular de Juventud y Deportes del Consell, Rafel Quintana, que fue la persona a la que recurrió el padre de Joan Orfila, Biel Orfila Torrent, por medio de una ‘tercera’ persona, una vez este tomó conciencia de que en ningún establecimiento de la Isla podía agenciarse con una bandera de Menorca. Ante la frustración por el hecho, y a través de esa ‘tercera’ persona, se produjo la gestión entre Orfila Torrent y Quintana, y este último solventó la situación, entregando la bandera de la Isla al padre del conductor, que la hizo llegar al conductor. Habrá bandera menorquina en París.

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