El piloto español de MotoGP Marc Márquez (Ducati) aseguró que después de no haber «ganado una carrera en dos años» no puede pretender «arrasar» en el Mundial, por lo que indicó que «hay que construir» y «no empezar la casa por el tejado» en su primera temporada con el equipo Gresini Racing.
«He cambiado de marca y hay mucha emoción de la gente. Llevo dos años sin ganar una carrera, mi última victoria fue en 2021. Si no he ganado una carrera en dos años, no puedo pretender arrasar, no puedo pretender ganar un campeonato, primero tengo que construir y no vamos a empezar la casa por el tejado», destacó Márquez en el documental 'Márquez.Revelado' de DAZN.
El piloto catalán reconoció que cuando ganó su octavo Mundial se sentía «invencible». «Llegó el COVID y mi vida cambió con la lesión del brazo. Intentaremos que se acerque, no sé si repetiremos el momento, pero al menos sí estar cerca de ello», lamentó.
Para Marquéz, 'Pecco' Bagnaia y Jorge Martín «son los dos pilotos a batir» en la parrilla actual. «Son los que han hecho un 2023 más completo. 'Pecco', a nivel de constancia y de gestionar las situaciones y Martín, a nivel de velocidad. Ellos estarán seguro y el tercero que pondría es Brad Binder, dependiendo de la evolución de la KTM. Yo a nivel de poder lucharlo, que es lo más importante», apuntó.
El '93' explicó que su primera sonrisa al bajarse de la Ducati en el test de Valencia no era «un 'que se preparen'». «Fue una sonrisa de que había tomado una decisión muy difícil y arriesgada, dejando el equipo de mi vida por estar ahí. Tenía que sentir algo en la primera salida y lo sentí», afirmó.
«Es una ruptura y hay que recuperarse. Fue un fin de semana muy difícil a nivel emocional donde trabajé mucho, más que en pista, mentalmente, para evadirme de todo. Con mi gente, los que vinieron a verme, fui 'borde'. Estaba en mi camión y no quería saber nada de nadie porque quería despedirme de la mejor manera en pista y creo que hice un fin de semana muy bueno a pesar de lo que pasó el domingo», analizó su salida de Honda.
El piloto, de 30 años, confesó que su Team Manager le ha ayudado «mucho a tomar decisiones personales, no solo en pista». «Cuando me pasaba algo en casa o tenía un problema le llamaba a él. No puedo decir lo que me dijo al despedirme, ahora soy empleado del Gresini Racing Team y él del Repsol Honda Team. Me he ido y Joan Mir ha pedido a Santi de técnico porque es bueno. Siempre nos hemos hablado como amigos, y para un amigo siempre quieres lo bueno», recalcó.
Márquez también reflexionó sobre uno de sus mayores rivales, Valentino Rossi. «Tuve la suerte de enfrentarme con él, de ganarle, de que me ganase él un año y también de poder compartir pista con él para aprender de él. Fueron años bonitos», zanjó.