La Fórmula 1 regresa este miércoles con el primero de los tres días del test oficial de pretemporada del Mundial 2024 en el Circuito Internacional de Baréin, donde los equipos probarán sus nuevos monoplazas y se empezará a barruntar cuál será el destino de la nueva campaña, apenas una semana antes del primer Gran Premio que inaugurará la temporada en ese mismo trazado del 29 de febrero al 2 de marzo.
Sin cambios en una parrilla de 2024 que tampoco tendrá pilotos debutantes, los equipos del 'Gran Circo' tienen la primera oportunidad de rodar oficialmente sus renovados, y en algunos casos 'revolucionados', monoplazas, antes de que arranque un saturado calendario con 24 Grandes Premios esta temporada.
En un total de tres jornadas divididas en dos sesiones de cuatro horas cada una, los equipos y sus pilotos comprobarán que todo está en su sitio antes del pistoletazo de salida del Mundial, con el deseo de que todo lo que han ensayado en tantas horas en el simulador y el túnel de viento se materializa ahora en Sakhir.
Además, será el momento de que unos equipos se comparen con otros en la particular carrera del rendimiento, en la que, como cada año, Red Bull parte en cabeza. Después de dominar sin oposición el pasado Mundial --con la tercera corona de Max Verstappen y el título en Constructores--, el máximo responsable del diseño del nuevo RB20, Adrián Newey, espera que el nuevo concepto funcione en el trazado.
Y es que los 'energéticos' presentaron un monoplaza cargado de agresivas evoluciones y cambios significativos en la aerodinámica. El aire fluirá ahora en un chasis sin pontones y con radiadores verticales y más pequeños. A esto se suma una joroba sobre motor y un morro más corto y grueso, más parecido a lo que suele proponer Ferrari.
Una nueva versión del mejor coche de la parrilla, que buscará mantener su superioridad desde estos primeros test, aunque hay un par de rivales que también han trabajado este invierno para recortar esa distancia y meter más miedo. Precisamente, los italianos fueron el equipo impidió un pleno de triunfos de Red Bull, gracias a la victoria en Singapur de un Carlos Sainz que vivirá en 2024 su último año en Ferrari, donde recalará el británico Lewis Hamilton en 2025.
Así, se presenta un curso en el que tanto el madrileño como el monegasco Charles Leclerc --que afronta su sexta temporada en el 'Cavallino Rampante'-- desean tener, al fin, con el SF-24 un coche rápido, competitivo y, sobre todo, fiable, para estar siempre entre los mejores. Tienen mucho que mejorar y el test de Sakhir será el primer gran examen para poner luces sobre las largas sombras recientes que afectan a los italianos.
El otro gran aspirante --al margen de unos McLaren que quieren seguir como en la recta final del año pasado y dar guerra-- será Mercedes y su W15, el último de la 'era Hamilton'. Ya desechado el concepto 'cero pontones', los alemanes vuelven al color plateado, 'copiando' elementos de Red Bull y con cambios importantes en el suelo, todo con el objetivo de eliminar la imprevisibilidad del 2023 del monoplaza de Hamilton y Russell.
En 2024 la afición española seguirá anhelando la victoria número 33 de Fernando Alonso, que lo volverá a intentar con al AMR24 de Aston Martin. La escudería de los bólidos verdes ha trabajado este invierno algo más alejada del foco mediático, pretendiendo que no se repita el 'efecto gaseosa' de 2023, con un buen inicio y los altibajos del final.
Para ello, además de la habilidad del asturiano, contará con un prototipo que adelanta los pontones y el inicio del suelo, en otro acercamiento al Red Bull del año pasado. Sin tantos elogios como hace un año, pero, según el equipo, igual de focalizado en construir un coche ganador, los británicos desean ver en Baréin un arma que la experiencia del 'Nano' y su escudero Lance Stroll puedan exprimir.
McLaren, que terminó el 2023 al alza, será otro equipo con ganas de empezar con fuerza de la mano de Lando Norris y Oscar Piastri en un 2024 con máximas expectativas y en el que, aunque no hubo cambios de asientos, no estará AlphaTauri, sino el Visa Cash App RB --antiguo Toro Rosso--, o el Stake F1 Team, en el lugar del Alfa Romeo, en los clásicos cambios de denominación de los equipos. Todos ellos, y el resto de la parrilla, apenas tendrá margen de error para ajustar sus monoplazas y llevarlos al límite con el Mundial a la vuelta de la esquina.
Y es que, aunque serán habituales la prueba de múltiples reglajes, la pintura fluida fluorescente o las parrillas aerodinámicas, los equipos se esconderán algún as en la manga, para no descubrir todas sus cartas antes del inicio de una nueva 'partida' que arrancará con el GP de Baréin del 29 de febrero al 2 de marzo.
Así, es un test que vale más para las escuderías y sus ingenieros que para hacerse una idea de lo que se verá en el Mundial. Prueba de ello fueron los resultados finales del ensayo oficial del año pasado en este trazado, que acabó con el mexicano Sergio Pérez (Red Bull) como el más rápido, por delante de Hamilton y Valteri Bottas (Alfa Romeo).