Max Verstappen (Red Bull) se impuso este sábado en el Gran Premio de Arabia Saudí, segunda cita del Mundial y ambas bajo la firma del vigente campeón, mientras que Fernando Alonso batalló para exprimir de nuevo su Aston Martin y ser quinto.
Verstappen volvió a demostrar que no tiene rival en el inicio de la temporada. Como en Baréin la pasada semana, el neerlandés mandó desde la primera vuelta, a pesar de un coche de seguridad que dio algo de emoción a la estrategia con los neumáticos, y comandó un nuevo doblete de Red Bull con Sergio Pérez en segunda posición.
El podio lo completó Charles Leclerc (Ferrari), con Oscar Piastri en cuarta posición. El McLaren fue duro de pelar, no así unos Mercedes que no pudieron con Alonso. El piloto español aguantó durante gran parte de la carrera a George Russell, besando incluso el muro con las últimas vueltas en modo clasificación.
El asturiano sufrió a Piastri desde la salida y pronto comprobó que tenía cuatro pilotos por delante en otra guerra. El primero, un Verstappen que se escapó de inicio e impidió el DRS por atrás. El neerlandés paró con el coche de seguridad que provocó un fuerte accidente de Lance Stroll (Aston Martin), como decidieron todos delante salvo Lando Norris (McLaren) y Lewis Hamilton (Mercedes).
Faltaba por saber si aguantarían 40 vueltas los neumáticos, pero el duro pareció no tener degradación o al menos para un Verstappen que pasó a Norris, quien se libró de una posible sanción por saltarse la salida, y no dejó de abrir la brecha. Mientras, Pérez pudo incluso dejar en nada una sanción de cinco segundos por su insegura salida de 'boxes' y Red Bull hizo fácil un nuevo doblete.
Así, los campeones del mundo siguen a lo suyo, a pesar de que de manera interna no esté el tema claro con la polémica entorno a Christian Horner y el expediente que quedó no nada. Por detrás, Norris y Hamilton no pudieron remontar como esperaban con el blando, parando quizá tarde para terminar octavo y noveno.
Mientras, Leclerc logró su primer podio del curso, con la vuelta rápida además en la última, el segundo para un equipo Ferrari que no pudo contar con el español Carlos Sainz por una apendicitis. En lugar del madrileño debutó en F1 el inglés Oliver Bearman, quien terminó séptimo de menos a más con el Cavallino Rampante.
Alonso plantó cara esta vez a Mercedes, aunque tuvo que ir al límite y rozar incluso el muro cuando avisó en las últimas vueltas que competía como si fuese un día de buscar la pole. El español terminó quinto, lo máximo a lo que podía aspirar, con Russell sexto, incapaz de entrar en zona de DRS, con cierta mejora al menos en Aston Martin ya que en el debut en Baréin el asturiano fue noveno.