El Circuit de Barcelona-Catalunya acoge este fin de semana el Gran Premio de España de Fórmula 1, la décima cita del Mundial, con la ilusión de los pilotos españoles Carlos Sainz (Ferrari) y Fernando Alonso (Aston Martin) de poder robar parte del protagonismo, ante sus aficionados --con muy buena previsión de asistencia--, a un Max Verstappen y a Red Bull que saben que en Montmeló son muy fuertes.
Tras unos días de descanso, la Fórmula 1 llega de nuevo a Europa y lo hace en Barcelona para ya no poder coger aire y, tras un trío de carreras consecutivas en Austria y Reino Unido, poner hilo a la aguja de un campeonato que Verstappen está ya reservando, de nuevo, tras su victoria en Canadá pese a tener muchos más problemas de los que son habituales.
Si ni Montreal pudo evitar un triunfo de Verstappen en su Red Bull, la victoria número 60 para el neerlandés en su carrera, poco podrá hacer un Circuit de Barcelona-Catalunya donde Max ha ganado en tres ocasiones, las dos últimas de forma consecutiva. Y, salvo sorpresa, es el gran favorito para volver a ganar este 2024 y reforzar así su dominio.
Tras la victoria en Canadá, Max Verstappen suma 194 puntos, 56 más que Charles Leclerc (Ferrari) --pese a su ansiado y espero triunfo en Mónaco-- y 63 más que Lando Norris, que ocupa la tercera posición del campeonato con su McLaren, justo por delante de un Carlos Sainz (Ferrari) que suma 108 puntos y que quiere coger aire y reivindicarse en Barcelona.
El madrileño tendrá grada propia en el Circuit, se dio un baño de masas (unos 40.000 espectadores) en el novedoso 'Road Show' de la F1 en el centro de Barcelona, en el famoso Passeig de Gràcia de la capital catalana, y sabe que está ante una gran oportunidad de luchar por otro podio con Ferrari, de recuperar peso en la parrilla y de mandar los mensajes que tenga que mandar de cara a su futuro.
Más allá de que se ve forzado a dejar Ferrari, por la continuidad de Leclerc y la llegada del siete veces campeón Lewis Hamilton, su futuro está en el aire. Y tiene las carreras restantes para decir 'aquí estoy yo' y, en Barcelona, donde fue quinto el año pasado y cuarto en 2022, sabe que puede tener un extra de energía para subirse al podio y llamar la atención de Audi, Williams o quien sea que le pretenda.
Pero también busca dar ese paso adelante Fernando Alonso y su Aston Martin, en un 2024 que debía mejorar el buen campeonato de 2023 y que está siendo todo lo contrario. Séptimo el año pasado, el asturiano (noveno en el presente Mundial) quiere gozar de nuevo en una pista donde todavía tiene mucha estima y afición que le apoya. Viene de ser sexto en Canadá, en la mejor de las últimas cinco carreras, y quiere seguir progresando.
Eso sí, las largas rectas, curvas anchas y pocos puntos de dificultad hacen complicado que en Barcelona haya sorpresas mayúsculas. Y si Red Bull es la gran favorita con Max Verstappen desatado, lo cierto es que McLaren, Ferrari y Mercedes deberían estar por delante de los Aston Martin.
El Circuit de Barcelona-Catalunya acoge un Gran Premio de España que será la primera de las cinco carreras en apenas seis semanas que apretarán el calendario antes de llegar al parón del verano. Y, la llegada a Europa, suele traer cambios. En la clasificación, claro, pero antes de ello en unos monoplazas que suelen integrar mejoras desarrolladas por los ingenieros de las distintas escuderías.
Y es que la cita de Montmeló suele ser testigo de la llegada de paquetes de mejoras y, pese a los recortes del presente y la nueva normativa, podría ser un fin de semana ajetreado en este sentido. Además, no se prevé mal tiempo, sino más bien calor y predominio del sol, y por ahí tampoco habría hueco para la improvisación y la sorpresa.