El piloto español Fernando Alonso aseguró este jueves que el Gran Premio de Hungría fue «positivo» y les quitó «un poco de peso de los hombros», al meter un coche dentro del 'top 10' final, un resultado que les da «esperanza» para Spa, después de que las mejoras funcionaran como «se esperaba por primera vez en algún tiempo».
«Fue un fin de positivo, porque introdujimos mejoras y parece que, por primera vez en algún tiempo, funcionaron como se esperaban. Estar los dos coches en la Q3 y luego puntuar con el coche de Lance fue una pequeña, no sorpresa, pero podemos decir que nos quita un poco de peso de los hombros y llegamos a Spa con la esperanza de hacerlo bien», auguró Alonso en declaraciones a DAZN desde el circuito de Spa.
Un trazado «totalmente diferente al de Hungría» que acogerá este fin de semana el Gran Premio de Bélgica. «Tenemos que responder muchas preguntas todavía del coche nuevo en un circuito tan diferente», advirtió el bicampeón del mundo.
Será la última carrera antes del parón veraniego, después del cual deben continuar con el objetivo de consolidarse «como quinto equipo», a pesar de los «altibajos». «Tenemos que consolidarnos justo detrás de los cuatro grandes, en la segunda parte del año nos gustaría acercarnos mucho más a ellos. No nos falta tanto, son esas tres o cuatro décimas que en Fórmula 1 son una distancia enorme», analizó.
«Tenemos ejemplos en el pasado, McLaren el año pasado que hizo una evolución bestial, Mercedes este año que empezó a la par nuestra y ha ganado ya dos carreras. Depende de nosotros encontrar esa mejora de un Gran Premio a otro, que de repente el coche se sienta mejor y podamos luchar más arriba. No vamos a tirar la toalla hasta que estemos ahí, vamos a intentarlo», concluyó.