En el día que cumplía 33 años, Gemma Triay tuvo el peor regalo posible: una retirada por lesión a las puertas de una final. Pero no por parte de la menorquina, sino de su compañera Delfi Brea, quien se vio obligada a parar.
Desde el principio del partido, la argentina lucía un aparatoso vendaje en su gemelo que daba a entender que llegaba con molestias al decisivo duelo de semifinales frente a Bea González y Claudia Fernández, sus principales verdugas en lo que va de año.
Imposible
La joven pareja, que entraba al torneo en el puesto número tres, volvía a poner en serios aprietos a Triay y a Brea, para quienes González y Fernández se han convertido en su particular criptonita.
Para entender lo que deparaba la cita vallisoletana, tan solo hacía falta remontarse al último enfrentamiento entre ambas duplas, el cual también se produjo en la ronda de semifinales, pero del torneo de Buenos Aires de categoría P1. En dicha contienda de finales de mayo, Triay y Brea mordían el polvo (4-6 y 3-6), algo que se repetía en la primera manga disputada ayer. El primer set, marcado por las continuas roturas de servicio por un lado y otro, acababa en manos de Bea y Claudia (7-6), ganadoras del tie break.
Con la segunda manga en marcha y el 3-1 en contra en el marcador, Delfi Brea abandonaba la pista entre lágrimas de dolor y sufrimiento al sufrir unas muy fuertes molestias en el gemelo. Su excompañera y rival en la jornada de ayer, Bea González, se fundía en un abrazo con la bonaerense, que debe someterse a las pruebas pertinentes para conocer el alcance de la lesión y el tiempo que la mantendrá apartada del 20x10.
Este contratiempo no pone en peligro, al menos por ahora, el número uno del ranking de Gemma Triay, quien también lidera junto a Brea la clasificación correspondiente a la Race.