El Valeriano Allés Menorca se reencuentra esta tarde con la competición doméstica tras despedirse de Europa y lo hace con la tranquilidad que otorga verse en lo más alto de la clasificación y con un colchón de puntos más que considerable sobre sus rivales.
El partido supondrá además la reedición de la reciente final de la Copa de la Reina, por lo que el plus de motivación en las filas bermellonas está más que justificado y puede convertirse en la principal arma para contrarrestar el cansancio acumulado tras competir al máximo nivel en Polonia con sus consiguientes desplazamientos (algo menos de 4.500 kilómetros).
La principal duda en el equipo ciutadellenc es el estado físico de Janine Sandell, que se ha perdido los dos últimos compromisos a causa de unas molestias en el cuádriceps de la pierna derecha y una inflamación del tendón de Aquiles en la izquierda. Como ya sucediera en la víspera del partido en Polonia, la británica se sometió ayer a una prueba durante el entrenamiento que realizó el equipo pero no será hasta minutos antes del choque cuando se confirme su participación.
Desde el cuerpo técnico no descartan que pueda jugar unos minutos y en caso de no hacerlo, Kylie Atherstone jugaría de '4', Vita Prychepa ocuparía el puesto de la norteamericana y Sabrina Duarte, que está a un gran nivel, actuaría en la posición de la ucraniana.
"El equipo está recuperado"
Para el técnico manchego, Chema Rodríguez, una de las mayores preocupaciones, además de la calidad del rival, es el tiempo que han tenido ambos conjuntos para preparar el envite, una semana en el caso de las murcianas y un día en el de las menorquinas. "Es un equipo competitivo y no hemos tenido el mismo tiempo para prepararnos que ellas, además puede afectar el viaje pero el equipo está recuperado y mañana -por hoy- estará preparado para competir", señala.
Es por ello que es consciente de que "sabiendo el equipo que tendremos en frente y que venimos de competir, saldrán agresivas y con la intención de imponer un ritmo fuerte que nos puede hacer sufrir". Para contrarrestarlo apuesta por "controlar el ritmo del partido, llevarlo a nuestro terreno y controlar también la recepción".
Respecto a la sed de venganza que pueda haber en el vestuario tras la derrota copera hace poco más de una semana, destaca que "la Copa está olvidada, este año ya no la vamos a ganar y aunque no es ni una final ni un play off los dos equipos lo tomaremos como algo muy fuerte".