El Valeriano Allés Menorca Volei inscribió ayer su nombre con letras de oro en el palmarés de la Superliga Femenina al lograr su primer título liguero, tras superar al CAV Murcia 2005, su 'bestia' negra, en el quinto partido de la final (3-2). El destino le había jugado una mala pasada en la final de la Copa de la Reina pero le reservaba una alegría mayúscula, suceder al Jamper Aguere como campeón de liga.
El partido estuvo lleno de alternativas y los puntos fueron muy disputados, como en los tres anteriores, y como no podía ser de otra forma, se resolvió en el 'tie-break', donde las bermellonas fueron superiores y se llevaron una doble alegría, ya que además del premio, lo consiguieron ante el equipo que les había privado de cuatro títulos en el pasado. Kylie Atherstone, designada MVP de la final, fue de nuevo la referencia como ya sucediera en el cuarto partido, cuando todo estaba perdido, y guió al equipo hacia la gloria.
El choque empezó con el Valeriano Allés como su entrenador, Chema Rodríguez, había reclamado en la previa, concentrado y muy enchufado, lo que refrendó con una primera ventaja (4-2), que rápidamente dio paso a una serie de errores y permitió al CAV Murcia 2005 tomar la delantera (5-8).
Las bermellonas estaban imprecisas en el remate y las visitantes, a las que no les parecía afectar la presión ambiental y bien lideradas por el acierto de Patricia Bianchi, aumentaron las diferencias (10-16).
El preparador manchego trató de frenar la sangría solicitando su segundo tiempo muerto (11-18) pero el guión no varió. Las de Ciutadella salvaron dos bolas pero Collar, a diferencia del pasado sábado en el tercer set, esta vez sí supo cerrar la manga a su favor (18-25).
El segundo capítulo parecía tomar el mismo mal cariz del primero y Rodríguez se apresuró a cortar la dinámica (2-5), instante en el que apareció Kylie Atherstone para invertir la situación con un parcial de 5-0 (7-5).
La norteamericana -de nuevo la mejor de su equipo y autora de 23 puntos-, evitó que se fueran del partido y como un martillo pilón, golpeó una y otra vez a la defensa rival (16-13).
La situación se tornó complicada y Rodríguez dio entrada a Sabrina Duarte en lugar de Vita Prychepa, lo que coincidió con la aparición de Ana Correa, que con un bloqueo puso el set a un punto (24-23). Como no podía ser de otra manera, lo cerró Atherstone con un remate sobre la misma línea de fondo (25-23).
El Valeriano Allés había entrado tarde al partido pero no estaba dispuesto a tirar la final. El CAV Murcia 2005 acusó el golpe y las de casa se pusieron rápidamente 5-0, coincidiendo con los mejores momentos de Janine Sandell, lo que llevó el delirio a la grada, que incluso se atrevió con la ola.
Las bermellonas se habían reencontrado con su mejor versión y empezaban a imponer un ritmo difícil de seguir por las de Venancio Costa (16-14). Las peninsulares lograron empatar tras salvar un punto de set (24-24), pero dos zarpazos, de Diana Sánchez y Sandell, dejaron el título más cerca que nunca (26-24).
Fruto de verse contra las cuerdas o por la relajación del rival, el CAV Murcia 2005 devolvió el parcial inicial de la anterior manga (0-5), aunque las de casa poco a poco fueron recortando la distancia hasta devolver al set la igualdad que ha caracterizado toda la serie e incluso ponerse por delante (8-8 y 16-15).
Las de casa dilapidaron una suculenta ventaja para cerrar la final (22-20) y el CAV Murcia 2005 forzó el 'tie-break'. Visto lo visto en los tres partidos anteriores, la final no podía deber otro desenlace.
Como en los dos sets anteriores, hubo parcial contundente de salida, de nuevo para las de Ciutadella, que tomaron ventaja en la carrera hacia el título (4-0). Pero el CAV Murcia 2005 reaccionó y con un parcial de 0-3 igualó el choque y obligó a Rodríguez a detener el juego (8-8).
Las peninsulares dieron la vuelta al marcador, lo que motivó la vuelta a pista de Vita Prychepa, ayer lejos de su mejor nivel y ausente desde el segundo set. Se despegó el equipo en el marcador (11-9), tendencia que continuó a pesar del tiempo muerto de Costa para seguir soñando con una quimera (14-10).
Con cuatro pelotas de partido, Marianne Fersola mandó el balón fuera y el voleibol hizo justicia dando al Valeriano Allés el título que le había privado hasta en cuatro ocasiones.