El Avarca Menora llegaba líder al Palacio sin ceder un set. Se marchó con un punto y con la sensación de que este Minis de Arluy VP Logroño, que ya perdió en la jornada anterior ante Arona, es más vulnerable que en anteriores campañas. Eso y que el bloque de Bep Llorens incomodó a un adversario que acumuló muchos errores, demasiados, además de un juego irregular en el que sólo la calidad individual, en momentos puntuales, sacó del atolladero. El 3-2 final después de dos horas partido se decantó en un quinto set en el que el Logroño fue siempre por delante gracias al 3-0 de partida.
Menorca fue mejor en el primer parcial pese al 7-4 de las logroñesas. La buena defensa y la destreza ofensiva de las menorquinas con Westergaard al frente llevó en volandas a un conjunto que estaba superando en su casa al vigente campeón, 13-17, para terminar adjudicándose la primera manga (21-25). En la segunda, Vázquez cerraba el primero para las visitantes. El 8-5 de la segunda manga evidenciaba que algo había cambiado en las locales, más decididas y con más acierto, principalmente de Helia González, aunque las centrales del Logroño, tanto Pejkovic como Gritzsbach, ayudaban. Incluso Edelman, colocadora que sorprendió con remates que pillaban descolocada a la defensa menorquina. El marcador se disparaba, 13-8, hubo una tímida reacción, 17-15, pero de nuevo los bloqueos y el poder de Da Silva en el remate decantaban la balanza para un definitivo 25-19 (1-1). El 0-2 y 3-5 de Menorca fue un espejismo en el tercer set porque el Logroño insistió en lo que le estaba saliendo bien, bloquear y alternancia en los remates de sus atacantes para remontar y, poco a poco, coger distancia (13-10 y 21-15). El definitivo 25-16 determinaba que si Menorca quería sumar debía esforzarse en el cuarto parcial.
Del 4-1 se pasó al empate a 6. Había vida. Y tanto porque el 8-12 era real. Más lo sería el 10-15, que provocaría el segundo tiempo muerto de las locales. Un parcial de 3-0 devolvía la incertidumbre y los nervios en un Menorca que acusó la presión que le hacía su oponente. Es más, el 18-17 hizo tambalear las esperanzas visitantes que después de la pericia de Westergaard volvieron a creer en sus opciones a la vez que Lobete se callaba con el 20-20 y el posterior 20-24. Tres tantos seguidos de las locales hasta que Westergaard empataba a dos y dejaba todo por decidir en el último set, en el 'tie break'.
Ahí el buen arranque del Minis de Arluy y la calidad de Helia González resultaron determinantes para que llegara la primera derrota liguera de Menorca, pese al punto obtenido como recompensa al esfuerzo y trabajo realizado.