Hay entrevistas y entrevistados que te cautivan desde la primera respuesta, con sus palabras y su actitud corporal. A mí me sucedió esto con la cantante, música y compositora, entre muchas otras cosas, Dulce Pontes (Montijo 1969, Portugal).
Mi primer contacto con ella fue en una rueda de prensa en agosto de 2008 en el Hotel Port Mahón, unas horas antes de su concierto en el Claustre del Carme. Aquella noche nos presentó su último trabajo conformado por dos cd's y un dvd "O Coraçâo tem tres portas". Y llegó la segunda entrevista, porque así tenía que ser. Después de diferentes escenarios entre Portugal y España donde presentó parte de su último trabajo "Momentos" editado en Portugal en 2009 para celebrar 20 años ya de su carrera músico-artística. Resaltar los temas de "Cançâo do mar" con arreglos que dan un nuevo color sonoro sin perder su identidad y su magnificencia; "Nu" tema completamente musical a piano con sonidos vocales, representando una vez más el primer sonido-música desnudo de palabras que dedica al público; "Todos somos um" tema del que compuso música y letra para el "Himno Oficial 7 Maravilhas do Mundo" que interpretó junto a José Carreras, hasta completar 17 temas a cual más apasionante. También presentó canciones inéditas.
En cada concierto los mismos temas toman vuelos diferentes de esa expresión multicolor de su voz, de su dicción, de su expresión corporal cómplice con los músicos que habitualmente la acompañan y de otros que se suman, donde cada uno pude dejar expresada su liberada virtuosidad haciendo estallar al público en aplausos y gritos de puro júbilo y emoción.
Desde su nacimiento todo estaba predeterminado sin saberlo para que la pequeña Dulce fuera descubriendo, poco a poco en su Montijo natal, su sentido de la musicalidad, su dotada voz para cantar en diferentes registros y estilos, su danza impresa en su cuerpo y desarrollada más tarde en clases. Rodeada de música en los múltiples vinilos de la familia, música folklórica, portuguesa, anglosajona, ligera, clásica, de muchos tipos. Los cassettes que les enviaban del otro lado del Atlántico de esa otra familia que formó en Brasil su abuelo gaviota -como a ella le gustaba imaginar de pequeña- Chico Viola, con sus voces, canciones y risas grabadas. Esos juguetes que se fueron convirtiendo en instrumentos reales de los que ella extraía la melodía de forma innata.
Su primera actuación en público, nos recuerda Dulce en su página oficial, fue en la escuela de Primaria en la despedida de la cuarta clase, acompañada por su órgano de dos octavas con el que interpretó y cantó temas propios. La segunda actuación fue junto a su tío, también fadista, Carlos Pontes, que le iba diciendo la letra del "Fado Vitoria". La tercera consistió en una audición de piano en la que cantó "Fascinaçâo" de Elis Regina cumplidos los once años. Y… pasaron los años y estudió música, piano y danza. Actuó en dos musicales en su país, representó a Portugal en Eurovisión y en el segundo cd que editó "Lágrimas" (1993) llegó a los corazones de todo el mundo. Un tema destacaría por encima de los demás, "Cançâo do mar", fado que Dulce hizo renacer con sus arreglos y su interpretación enamorando al mundo entero.
Cuando le pregunto qué representa Amalia Rodrigues en su vida, ella me explica que cuando tenía siete años y permiso para poner los discos de vinilo sin rayarlos, escuchó un fado titulado "Povo que lavas no rio", lloró de tal manera que no sabía explicar. "Amalia me ha dado la voluntad de cantar fado por su alma, por su interpretación, por el buen gusto al elegir nuevos poetas y me gustan sobretodo los fados de Alain Oulman en francés".
Al hablar de José Afonso, Dulce me explica que lo conoció en su adolescencia a la edad de 14 años en unas vacaciones y fue comprando todos sus trabajos. "Para mí José Afonso es un visionario, un filósofo, un gran compositor, un gran cantor, un gran poeta que ha reinventado el folklore portugués. Sus composiciones son de una sabiduría poética y musical intemporal".
Dulce esta trabajando en la actualidad en dos discos que tiene previsto grabar en estudio. Uno en castellano y otro en portugués. Se encuentra estudiando los cantos de raíz, los cantos más ancestrales, folklóricos de distintos países en los que está encontrando muchas similitudes tonales. Nos encontraremos temas clásicos en ambas lenguas, buscando una música con pocos instrumentos, con toques minimalistas. También encontraremos temas nuevos que grabará entre Portugal y Argentina. Cuenta con una partitura nueva que le envió Jaime Torres después de su estancia en el Festival de Cosquín el pasado mes de enero en Córdoba, Argentina. Dulce Pontes prefiere la calma de la noche para crear pero reconoce que la inspiración le puede llegar a cualquier hora del día y en el lugar más inesperado, como cuando le vino el tema "Senhora" en un taxi, sin medios, y tuvo que ir repitiendo los versos mentalmente hasta llegar a su casa. Justo el que pudimos escuchar en Reus el pasado 28 de abril recitado con música de estilo jazzístico junto a la interpretación de "Senhora do Almortâo" para maravilla divina de los allí presentes.
Dulce se crece en el escenario, le gusta el contacto con la gente y si existe una buena conexión con el público prepárense para disfrutar de una noche inolvidable, llena de emoción, de felicidad, de mucho arte y verdad, y de mucho amor. Y después del concierto si van a saludarla, a pedirle un autógrafo, a conocerla de más cerca, se encontrarán con una persona simpática, cariñosa, amable y sencilla. En definitiva un ser cercano con un gran don que comparte con el resto del mundo dirigido siempre a un lugar, al corazón.
Portuguesa hasta la médula nos enseña a amar su cultura a través del amor que ella transmite en las canciones de su tierra, ya sean fados, temas del folklore portugués, o temas propios y nos abre ventanas a horizontes de otras culturas que hace propias cuando las interpreta. Ella pertenece a esa constelación de personas que dignifican la vida a través de su arte, de su música. Se cuela en nuestras almas, en nuestro corazón y nos hace desear ser mejores. Búsquenla en Youtube y descubrirán su versatilidad y su calidad artística y humana, pero sobre todo, disfruten de sus directos, no se arrepentirán.
…y así me siento viajera –pluma, formando parte de todo lugar, participando del ciclo del aire; y siempre a lo que tiene que ser, al destino, a la fe, lo que tiene que ser, será.
(Dulce Pontes, de su página cooficial en español)