El mar, la música de raíz y el jazz. Esos son, según la cantante menorquina Clara Gorrias, los elementos que "vertebran" su primer trabajo discográfico, titulado "La mar fa riure i fa plorar" y que se pondrá a la venta el 21 de este mes. Un álbum que llega de la mano del sello menorquín Aumon y del que ya se puede escuchar el single de adelanto, que aterrizó en las plataformas digitales, la canción popular menorquina "L'amo de son Carabassa".
Un tema que fue grabado, junto a los nueve restantes, el pasado mes de marzo en Girona, en los estudios Ground del Corbellà de Terri, un lugar en la que la cantante se rodeó de un grupo formado por músicos catalanes vinculados al mundo del jazz. Para la mezcla y la masterización del trabajo, cuya producción artística firma la propia Gorrias, recurrió a Arnau Figueres.
El origen del proyecto musical, según la propia artista relata, hay que buscarlo en su trabajo de fin de carrera, tras licenciarse este año en Escuela Superior de Música de Cataluña (Esmuc) en la disciplina de canto de jazz. "Fue en ese momento cuando nació la idea de componer algunos temas propios y combinarlos con el folclore menorquín", relata la artista, quien confiesa que una vez visto el resultado en directo decidió lanzarse a la aventura de grabar su primer disco.
"El álbum está planteado con una sonoridad de jazz, por la formación de los músicos que participamos, pero lo que ocurre es que al interpretar también temas de raíz isleña resulta una combinación muy curiosa", explica la cantante, que a sus 23 años dice haber encontrado su estilo propio: "Mi idea del mar es lo que une el jazz con la música de raíz", añade.
El disco de debut combina a partes iguales las composiciones propias con las tradicionales, canciones de Menorca, y también de Eivissa. Para las primeras dice nutrirse de un sentido "poético" con resultados más "etéreos" para el resto ha utilizado experiencias personales, algunas de ellas "duras y relacionadas con el hecho de ser mujer, con letras muy femeninas". Eso sí, "en todas las canciones aparece el mar, el agua o la sensación que me da a mí la naturaleza de mi Isla", argumenta a la hora de defender un disco que define como "muy folclórico pero que suena bastante jazzístico".