Un equipo de expertos ha eliminado durante este mes las pintadas que, durante más de un siglo, han ido llenando las paredes de la conocida Cova des Coloms. Los restauradores de la empresa Talaia Cultura SL, por encargo del Consell, han adecentado así este espacio, y además se ha instalado un panel informativo para sensibilizar a los visitantes y evitar nuevos actos vandálicos.
Las pintadas eliminadas habían sido realizadas «con instrumentos de todo tipo», informan desde el Consell, «con diferentes tipos de pintura y de todos los colores». Abundaban especialmente las de carboncillo vegetal, tiza, sprays sintéticos de diversos colores y pinturas plásticas. La mayoría eran inscripciones con nombres de sus autores y el año de realización. La más antigua se remonta a 1914, y las más numerosas e impactantes se llevaron a cabo entre 1970 y 2000.
En cuanto a las pintadas más recientes, tenían la particularidad que se habían realizado en las partes más altas de la cueva, por lo que su acceso ha sido complejo. El equipo dirigido por Carolina Moreno Torres ha tenido que contar con profesionales especializados en trabajos verticales.
Antes de su retirada, se realizó una documentación de las pintadas más antiguas, de 1914 y 1918. Se llegó a valorar incluso la posibilidad de conservar estas inscripciones, pero finalmente, según explican desde el Consell, «se consideró que no tenían un valor histórico ni patrimonial suficientemente significativo». Además, indican, dejarlas habría sido una incitación a que aparecieran algunas nuevas.
Tras algunas pruebas iniciales, el equipo de restauradores optó por retirar las pintadas con medios mecánicos, minimizando la fricción sobre la roca en este Bien de Interés Cultural. Los tratamientos de reintegración han sido necesarios donde la penetración de la pintura había sido más elevada.