Los Premis Illa de Menorca de Narració Curta y Poesia ya tienen ganadores. Sus nombres se dieron a conocer ayer tarde en el Auditori de Ferreries, por primera vez en la dilatada trayectoria del certamen coincidiendo con los actos del programa de Sant Jordi y durante una ceremonia celebrada con acceso restringido como consecuencia de la pandemia.
En la categoría de narración el primer premio fue a parar a manos de Anna Miquel Bono, autora de «Las persianas», un texto por el que recibirá un premio económico de 800 euros y un diploma. El relato se llevó la XXVIII edición de un galardón que estuvo muy reñido, ya que en una primera votación se produjo un empate con el trabajo que finalmente quedó en segundo lugar, «La guitarra de lunares», una historia creada por Jordi Viola Giner, que se llevó un cheque por 300 euros y diploma.
El jurado, que en esta edición ha estado conformado por Pau Faner, Fàtima Anglada, Carme Cloquells, Diego Dubón, Inma Pitaluga, Josep Pons Fraga y Lluís Vergés (secretario), acordó también conceder al relato «Tempesta» de Paula Bagur Triay un premio de 300 euros al ser el trabajo mejor valorado entre los presentados por autores menores de 25 años.
Por otra parte, también se acordó que en el libro que se editará con los textos ganadores, y que verá la luz el próximo verano, se incluyan algunas de las obras más destacadas entre las quince seleccionadas como finalistas. Estas son «Silba el abuelo» de José Fernández Albiol, «Cendres al Mediterrani» de Joan Pons Galmés y «Chronica de com se celebrava la festa de Sant Joan a la vila de Ciutadella», de Francesc Riudavets Cavaller.
En la categoría de Poesía, en la que este año participaron 33 textos, el ganador resultó ser Carlos Minuchín Villafranca (600 euros) por el poemario titulado «Blau». El segundo puesto fue para Llucia Palliser, autora de «uCRONies» (300 euros). El jurado, que este año tuvo que celebrar su habitual reunión de forma telemática por cuestiones de seguridad sanitaria, acordó también que en el libro de premiados se incluya la obra «De baf en baf» de Anaïs Faner Anglada.
Invitación a la creación
El editor de «Es Diari», Josep Pons Fraga, se encargó de abrir el acto de entrega con un discurso durante el que valoró muy positivamente la evolución de los premios. «Cada año nos sorprenden las ideas nuevas, historias, imágenes de vivencias y experiencias que descubrimos en los relatos y los poemarios que nos llegan a la redacción del periódico», señaló. Apuntó su opinión de que quienes deciden tomar parte en certámenes como el ‘Illa de Menorca' «seguro que tienen capacidades y habilidades para ser escritor». En ese sentido, tomando como ejemplo la filosofía aristotélica en la que profundizó Santo Tomás de Aquino, dijo que «hay que transformar la potencia en arte». A modo de consejo para quienes se inician en la escritura recomendó «no tener prisa, cada uno tiene su ritmo» y también «perseverancia». En ese sentido, recordó que en la literatura «el único fracaso es dejar de escribir».
Una cantera de vocación literaria
Con la de ayer son ya 28 las ediciones celebradas de los premios de narración Illa de Menorca. Una sólida trayectoria a la que hay que sumar otras ocho ediciones del certamen de poesía, una categoría que ha servido para que la convocatoria siga creciendo. En ese sentido, hay que decir que los tiempos de pandemia, lejos de afectar a la participación, han sido el escenario de un notable crecimiento. Este 2021 se han recibido a concurso 93 obras (60 relatos y 33 poesías), 21 títulos más que en 2020.
Cabe señalar que este año la celebración de los premios ha sido posible gracias a la fiel apuesta del Departament de Cultura, Educació, Joventut i Esports del Consell insular de Menorca, que se ha quedado como único patrocinador del certamen.
El conseller de Cultura, Miquel Àngel Maria, que se encargó de clausurar la ceremonia de entrega ayer tarde en Ferreries, recordó durante su intervención que muchas de las personas que cada año toma parte en los ‘Illa de Menorca' son autores que no han publicado antes y que se sienten atraídos por dar a conocer sus trabajos ante la invitación de la convocatoria. «Para muchos ganadores este premio ha sido un estímulo decisivo para seguir escribiendo y publicando, aumentando la nómina de escritores de Menorca. Solo por esta razón vale la pena la convocatoria y hay que mantenerla, porque funciona como una verdadera cantera de vocaciones literarias», declaró Maria.
En lo que se refiere al apartado de poesía, considera el conseller que el panorama es algo diferente, con la aparición en el palmarés de nombres que cada vez suenan con más fuerza en el panorama insular. En ese sentido, destacó el hecho de que los tres autores reconocidos este año, Carlos Minuchín, Llucia Palliser y Anaïs Faner, corresponden a tres firmas que han participado en las últimas ediciones de los que son los dos recitales de referencia de la Isla, como son Illanvers y Vershivern. El Conseller aprovechó la ocasión para agradecer el esfuerzo a uno de los impulsores de la iniciativa, el poeta Pere Gomila.
Al final de su discurso, valoró positivamente que la pandemia no haya afectado a la celebración del certamen de escritura. «En estos tiempos duros que nos han tocado, más que nunca la ficción literaria y la poesía se han convertido en un alimento esencial del espíritu», dijo Maria, para concluir que «escribir y leer nos conectan con la cuestión clave de lo que nos hace humanos».