El legado de Albert Camus sigue echando raíces en la tierra de sus antepasados. El Teatre Principal de Maó acogió ayer tarde una gala especial, la correspondiente a los premios que se concedieron el año pasado pero que no se pudieron entregar como consecuencia de la pandemia.
Cabe recordar que la de 2020 fue una convocatoria doble. Por un lado se concedió el II Premi Mediterrani Albert Camus, un homenaje a una trayectoria vital y artística que recayó en el filósofo, antropólogo y sociólogo francés Edgar Morin (París, 1921). La presencia en la Isla del galo, que cumplirá a principios del próximo mes un siglo de vida, estuvo en el aire hasta el último momento, pero finalmente no pudo ser. Sin embargo, hizo llegar a la organización un vídeo con el discurso de aceptación del galardón.
Quien sí acudió a la cita fue el fotógrafo argelino Abdo Shanan (Orán, 1982), convertido en el primer ganador de la primera edición del premio Incipiens, destinado a reconocer el trabajo de proyectos periodísticos de autores jóvenes. En su discurso, Shanan agradeció «la confianza» depositada por el jurado en él, y habló de los orígenes del proyecto con el que triunfó: «A little louder». Un trabajo documental sobre el Hirak, el movimiento de protesta pacífica que sacude Argelia desde febrero de 2019.
Relató el argelino al público del ‘Principal' como «provocado por la realidad», tanto desde la perspectiva de ciudadano como la de artista, se sintió «retado» a contar lo que estaba pasando. «Convertí mi cámara en mi eslogan y quise estar lo más cerca posible de lo que estaba pasando».
El acto contó con la actriz menorquina Laura Pons y la reconocida periodista Rosa María Calaf como maestras de una ceremonia en la que para la ocasión se recuperó la voz original de Camus, con cortes correspondientes a entrevistas y a su discurso de aceptación del Premio Nobel.
Se encargó de cerrar la ceremonia Sandra Maunac, directora de las ‘Trobades', quien puso el acento en el propósito de seguir trabajando para generar «un espacio de reflexión crítica» como el que supone el encuentro cultural mediterráneo. Un foro que hoy y mañana, durante dos intensas jornadas, tratará de analizar el lema camusiano de la presente edición: «No hay vida sin diálogo». El colofón artístico a la gala llegó de la mano del concierto ofrecido por la israelí Noa.