Hace unos años, se desconoce cuántos, dos fragmentos escultóricos llegaron a Menorca procedentes de la antigua Catedral de Lleida. Y ahora, han realizado el viaje de vuelta.
Las dos esculturas decoraban el patio de la casa de la familia Moll-Maestre, que según publica este viernes el diario La Mañana, heredó de su padre, el teniente coronel de Infantería, José Moll Pons, natural de Menorca y que durante unos años fue destinado en Lleida, y que según parece alguien le regaló las dos esculturas.
La familia, antes de vender la casa de Ciutadella, ha decidido trasladar a Lleida las dos esculturas y devolverlas a su lugar de origen. Lo han hecho con algún contratiempo, ya que el propietario no quería facturarlas para que no se dañaran. Una vez en Lleida, el hijo de José Moll Pons las ha donado a los Amics de la Seu Vella, que a su vez los ha cedido al Consorci del Turó para su estudio y conservación en el recinto monumental de la Seu Vella. Según el rotativo catalán las dos piezas son un escudo heráldico que podría pertenecer a un conjunto funerario y una pieza que podría pertenecer al claustro de la catedral.