«Viewer discretion is advised» es el título de la exposición que actualmente ocupa la sala El Roser de Ciutadella. Una frase que puede resultar familiar ya que es el equivalente, en inglés, a ese texto que anuncia, antes de ciertas películas, que algunas imágenes pueden herir la sensibilidad del espectador. Las artistas visuales de esta colectiva, Mariya Alipieva, Núria Guerra y Laura Torres Bauzà, toman como base ese concepto para a continuación darle un toque más poético y transformarlo en otra advertencia: «Algunas imágenes pueden deformar la sensibilidad del espectador».
«Es un guiño» a esa traducción literal, apunta la comisaria de la muestra, la menorquina Aina Pla Planas, quien reconoce que el mensaje principal de la muestra es ahondar y reflexionar en cómo se crea el concepto de belleza en la actualidad: «Las imágenes, la publicidad que recibimos, al final deforman tu propia sensibilidad para que veas que todo eso es la belleza».
Pla sostiene que es un tema complejo, con diferentes miradas, entre las que figuran las de cada una de las artistas que participa en esta muestra colectiva que cuenta con el apoyo del Consell insular a través de la convocatoria de ayudas de mínimos en artes visuales. Una oportunidad, sostiene Pla, quien el año pasado también comisarió la muestra «Distancia----Social», que se exhibió en ese mismo espacio, para conocer el trabajo de tres artistas emergentes «que no dejarán indiferente a nadie».
«Cuando los conceptos de belleza y salud entran a formar parte de una obligación constante en la que debemos sumergirnos para poder existir, la mirada, sesgada, anhela lo que le es marcado como belleza y la hace perdurar hasta la temporada siguiente», argumentan las responsables de este proyecto artístico.
«Viewer discretion is advised» gira en torno a un diálogo entre tres mujeres, advierten; «todas ellas, como todas nosotras, divididas entre su ‘ser' y su ‘he de ser'», recuerdan es su declaración de intenciones. Las obras que conforman ese recorrido invitan «a repensar las convenciones estéticas; obras que hablan entre ellas para construir una única pieza instalativa que las engloba a todas y en la que la belleza sigue estando siempre al frente».
En el marco de una idea que toma como base la relación entre lo personal y lo colectivo, «entre el fragmento y el todo», la propuesta de esta exposición va más allá de lo individual, entendiéndola «como una gran instalación conjunta». En ella conviven once propuestas visuales, entre las que figura hasta un collage poético elaborado con frases recogidas en artículos de belleza.
Las artistas reconocen que la elección del El Roser como espacio expositivo «tiene una importancia primordial, como un antiguo lugar de culto de grandes dimensiones». En ese sentido, ponen el acento en el hecho de que «su arquitectura refuerza y posiciona las obras presentadas dentro de un nuevo paradigma».
Las artistas
Así, «Viewer discretion is advised» es el resultado de la fusión de tres miradas artísticas. Mariya Alipieva (Bulgaria, 1981), quien acostumbra a analizar el cuerpo humano y lo que lo envuelve para investigar cómo dialoga para adaptarse a los cánones de la sociedad contemporánea. Nuria Guerra (Vilanova i la Geltrú, 1978), cuyo proceso de creación está vinculado a una condición vital en continua transformación. Y Laura Torres Bauzà (Palma, 1990), centrada en el estudio de cómo ocupamos el mundo física y emocionalmente en relación con el resto.