El acuerdo para resolver el conflicto en Punta Nati a raíz de la ampliación del parque fotovoltaico de Son Salomó ha sido escogido como un modelo de buenas prácticas para la gestión del patrimonio cultural en peligro.
El conflicto se resolvió favorablemente con un acuerdo para hacer compatible esta ampliación con una significativa reducción de la superficie inicialmente proyectada y la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de esta zona del nordeste de Menorca.
El vicepresidente y conseller de Cultura del Consell Insular de Menorca, Miquel Àngel Maria, ha sido invitado por la Fundación Santa María de Rioseco de Burgos y la Asociación Hispania Nostra para explicar este conflicto y su resolución satisfactoria en el encuentro que se ha celebrado entre ayer lunes y este martes en la ciudad castellana.
La Sociedad Histórico Arqueológica Martí i Bella también ha sido invitada, y aunque por motivos de agenda no han podido asistir presencialmente, su presidenta, Carmela Sánchez, ha participado con una exposición audiovisual que se ha proyectado durante las jornadas.
«Si podemos hablar de Punta Nati como modelo no es únicamente por la resolución satisfactoria de este conflicto concreto, sino porque las condiciones de la ampliación de la planta fotovoltaica, con una serie de requisitos que limitan su extensión y su impacto, y los requisitos técnicos para esta instalación, se han convertido en norma de obligado cumplimiento para cualquier instalación de energías renovables en el suelo rústico de Menorca, con la incorporación de una serie de condicionantes dentro de la normativa del nuevo Plan Territorial de Menorca», ha declarado Miquel Àngel Maria.
El Consell ha destacado que la amenaza por la integridad del paisaje cultural que suponía la ampliación originalmente prevista del parque fotovoltaico de Son Salomó, provocó que Hispania Nostra incluyera este caso, en 2018, dentro de la Lista Roja de patrimonio cultural amenazado.
La reducción significativa de la extensión del parque fotovoltaico, y la resolución satisfactoria del conflicto, a través de un acuerdo firmado a cuatro bandas entre la propiedad de Son Salomó, la empresa promotora del parque fotovoltaico, la Sociedad Histórico Arqueológica Martí i Bella y el Consell Insular de Menorca, motivaron la salida de Punta Nati de la Lista Roja y su inclusión en la Lista Verde, destinada a los casos que se han solucionado de una manera positiva y ejemplar.
Carmela Sánchez ha considerado que «de la mano de la transición energética se producen graves impactos contra el patrimonio cultural y hay que evitar que esto suceda». Sánchez ha reivindicado la importancia de la movilización ciudadana y de los contenciosos judiciales como las vías adecuadas para parar y reconducir el proyecto de Punta Nati «que habría malogrado gravemente la integridad de este paisaje cultural».
A su vez, Miquel Àngel Maria ha destacado la capacidad de alcanzar un acuerdo que hace compatible el crecimiento de las instalaciones fotovoltaicas en Menorca con un «respeto escrupuloso» por la integridad del patrimonio y el paisaje. En este sentido, ha destacado que «las directrices de paisaje que incorpora el Plan Territorial Insular, y que se han incorporado en su articulado, marcan una hoja de ruta clara y segura para garantizar esta compatibilidad, haciendo posible que la transición energética en Menorca sea armoniosa con la conservación del paisaje y la recuperación de los bienes etnológicos y del patrimonio histórico».
Asimismo, el conseller ha apuntado ha hecho hincapié en que la normativa del Plan Territorial Insular es «muy cuidadosa» a la hora de determinar los requisitos que tendrá que cumplir cualquier instalación fotovoltaica en suelo rústico, con medidas que incluyen la no afectación de los bienes culturales, la prohibición de demoler las paredes secas y de alterar la parcelación histórica de las vallas, la instalación de las placas sin ninguna base de hormigón y la obligación de instalar estructuras desmontables, recuperables y reciclables.