Los humanos que vivieron en Menorca hace entre 3.600 y 2.800 años tenían una dieta basada en plantas y carne, con una aportación importante de proteína animal, y compartían los alimentos de forma igualitaria.
Así lo han constatado investigadores españoles coordinados por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que ha reconstruido los patrones alimentarios de 49 individuos que fueron enterrados en el yacimiento de la Cova des Pas (Menorca), un sepulcro colectivo de la cultura talayótica considerado uno de los mayores y más excepcionales conjuntos prehistóricos de restos humanos de las Balears.
La investigación, que publica la revista 'Archaeological and Anthropological Sciences', ha revelado también que los niños eran amamantados hasta alrededor de los 4 años y que todos los grupos de población tenían el mismo acceso a la comida, sin distinción por sexo o edad.
La investigación ha sido coordinada por los investigadores de la UAB Assumpció Malgosa y Carlos Tornero, este también vinculado al Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA).
El estudio, en el que también han participado Pau Sureda, investigador del Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT-CSIC), y Xavier Jordana, profesor de la UAB e investigador del Tissue Repair and Regeneration Laboratory de la Universidad de Vic (UVIC), además de Filiana Sotiriadou, estudiante del máster de Antropología Biológica de la UAB, amplía el conocimiento sobre la dieta de los primeros grupos de población baleares, un objeto de estudio controvertido.
Según ha explicado Carlos Tornero, el trabajo ha confirmado una dieta mixta basada en plantas, con cereales como el trigo, y de carne de los rebaños caprinos y ovinos, con un escaso consumo de recursos marinos, y refuerza estudios previos llevados a cabo en otros yacimientos menorquines.
«Al contrario de lo que se ha visto en otros asentamientos del mismo período de Formentera o Mallorca, el consumo de recursos alimentarios de origen marino habría sido ocasional en estos individuos», ha señalado Tornero, investigador del Departamento de Prehistoria de la UAB.
Pau Sureda ha añadido que la investigación también contribuye al debate sobre el surgimiento y el desarrollo de las primeras sociedades complejas en el archipiélago. «Estas sociedades emergieron y se desarrollaron en las islas Baleares durante la última etapa de la Edad del Bronce y la primera Edad del Hierro, hace entre 3.600 y 2.600 años, incluidas las culturas naviforme (presente en todas las islas) y talayótica (solo en Mallorca y Menorca)», según Sureda.
Pero el hecho de que todos los grupos de población hubieran tenido el mismo acceso a la comida indicaría que estos grupos menorquines eran socialmente igualitarios, sin las organizaciones jerarquizadas ni unidades de población diferenciadas por su función social o por sus recursos económicos propias de sociedades más complejas.
«Nuestros resultados concuerdan con estudios previos de diferentes asentamientos menorquines y con los estudios paleodemográficos y tafonómicos llevados a cabo en los individuos de la Cova des Pas, que no constataron diferencias entre las expectativas de vida o el tratamiento que se dio a los enterramientos», ha subrayado la catedrática de Antropología de la UAB Assumpció Malgosa.
La investigación se ha llevado a cabo con el análisis combinado de los isótopos estables de nitrógeno y carbono en muestras del colágeno de los restos óseos, que permite identificar el consumo de alimentos vegetales y animales terrestres y acuáticos, así como en muestras de restos de fauna del yacimiento de Son Mercer de Baix, el más próximo física y temporalmente a la necrópolis, para reconstruir la cadena alimentaria e interpretar los datos humanos.